viernes, 24 de junio de 2016
Boliviano asfixió a su mujer y se sentó a ver la televisión
En la localidad bonaerense de Moreno, un hombre de 28 años asesinó brutalmente a su mujer de 24 años, de la misma nacionalidad. El agresor, que fue detenido, convivió dos días con el cadáver dee su pareja sobre una colchoneta y tenía planes de fugarse a su país nata
Una joven boliviana de 24 años fue salvajemente asfixiada por su marido, un albañil de 28 y de igual nacionalidad, frente a las pequeñas hijas del matrimonio, en un tremendo suceso que se registró en la localidad bonaerense de Moreno.
El peligroso criminal, tras haber matado a su pareja, se puso a mirar televisión y convivió al menos 48 horas con el cadáver en el interior de su vivienda. Las autoridades policiales detuvieron al asesino.
Los voceros de la Unidad Funcional Nº 8 del departamento judicial de Moreno - General Rodríguez, que conduce la doctora María Gabriela Urrutia, revelaron que la infortunada víctima fue identificada como Olga Quiroga, boliviana, de 24 años.
Macabro hallazgo
Trascendió que el hecho se descubrió a las 2.30 de ayer, cuando un vecino del agresor -un muchacho boliviano, de 25 años- se comunicó al número telefónico de emergencias 911 y señaló que uno de sus vecinos, identificado como Benito Cejas Galarza, lo invitó a su vivienda para ver televisión y que, repentinamente, le dijo que pensaba fugar a Bolivia, porque había asesinado a su mujer.
El testigo, alarmado por la confesión del albañil, comenzó a revisar la casa, oportunidad en la que observó el cuerpo sin vida de Quiroga, razón por la que decidió avisar de lo ocurrido.
Autoridades de la comisaría 1ª de Moreno concurrieron al escenario del brutal asesinato, situado en Martínez Melo, entre Monteagudo y San Lorenzo, donde localizaron el cadáver, que yacía boca arriba en una colchoneta y oculto detrás de un placard, en una precaria habitación.
Basándose en la descripción física del hombre, como también en las prendas de vestir que tenía colocadas en aquel momento, los miembros del Comando Patrulla del citado distrito, a pesar de la gran neblina que había en la zona, comenzaron a rastrillar el vecindario y, finalmente, capturaron al sospechoso a 40 cuadras del lugar del homicidio, en el cruce de Hipólito Yrigoyen y San Andrés. Posteriormente, las pericias establecieron que la víctima había muerto asfixiada.
Mientras tanto, los habitantes de la zona dijeron que habían visto por última vez a Quiroga el martes pasado. Por dicho motivo, los investigadores creen que el asesinato fue consumado el mencionado día y que el albañil permaneció 48 horas dentro de la casa junto al cadáver mientras se dedicaba a mirar programas de televisión.
Los pesquisas policiales de la seccional estiman que esta mujer pretendió defenderse del ataque con palo de escoba. Los funcionarios incautaron una cartera y el teléfono celular de la muchacha.
La pareja tenía 2 hijas, de 7 y 4 años, quienes presenciaron el horrendo final de su progenitora. Hasta el momento se desconocen los motivos que provocaron el crimen, pero los policías averiguaron que aparentemente eran frecuentes los casos de violencia de género entre los integrantes del matrimonio.
Se asegura que tanto el agresor como la víctima no tendrían familiares radicados en el territorio argentino.
miércoles, 22 de junio de 2016
Condenan a 13 años de cárcel por muerte de seis bolivianos
La justicia argentina sentenció a 13 años de cárcel a los dos capataces del taller clandestino que funcionaba en el barrio de Caballito, que se incendió en 2006 y provocó la muerte de seis personas, todas bolivianas.
La agencia de noticias estatal Telam informó que el Tribunal Oral Criminal N° 5, conformado por los jueces Rafael Oliden, Fátima Ruiz López y Adrián Pérez Lance, emitió la sentencia contra Juan Manuel Correa y Luis Sillerico Condori, señalando que deberán pasar 13 años en prisión por los delitos de “reducción a servidumbre en concurso con estrago culposo seguido de muerte”.
Además, el Tribunal ordenó la investigación de los dueños del inmueble, Daniel Alberto Fischberg y Jaime Geiler, quienes además eran propietarios de las marcas que compraban la producción del taller y eran los proveedores de la materia prima.
El incendio ocurrió el 30 de marzo de 2006, cuando un cable de un televisor prendió el fuego que rápidamente se propagó por todo el edificio y provocó la muerte de Juana Vilca (de 25 años y embarazada), Wilfredo Quispe Mendoza (15), Elías Carbajal Quispe (10), Luis Quispe (4), Rodrigo Quispe Carvajal (4) y Harry Rodríguez (3). El juicio se inició el 18 de abril de 2006 y duró 10 años.
La agencia de noticias estatal Telam informó que el Tribunal Oral Criminal N° 5, conformado por los jueces Rafael Oliden, Fátima Ruiz López y Adrián Pérez Lance, emitió la sentencia contra Juan Manuel Correa y Luis Sillerico Condori, señalando que deberán pasar 13 años en prisión por los delitos de “reducción a servidumbre en concurso con estrago culposo seguido de muerte”.
Además, el Tribunal ordenó la investigación de los dueños del inmueble, Daniel Alberto Fischberg y Jaime Geiler, quienes además eran propietarios de las marcas que compraban la producción del taller y eran los proveedores de la materia prima.
El incendio ocurrió el 30 de marzo de 2006, cuando un cable de un televisor prendió el fuego que rápidamente se propagó por todo el edificio y provocó la muerte de Juana Vilca (de 25 años y embarazada), Wilfredo Quispe Mendoza (15), Elías Carbajal Quispe (10), Luis Quispe (4), Rodrigo Quispe Carvajal (4) y Harry Rodríguez (3). El juicio se inició el 18 de abril de 2006 y duró 10 años.
martes, 21 de junio de 2016
Hallan en Argentina bolivianos esclavizados
El Fisco de Argentina detectó seis talleres textiles clandestinos en Buenos Aires, donde una veintena de personas, en su mayoría de nacionalidad boliviana, vivía en condiciones de “total esclavitud”, informaron ayer fuentes oficiales.
Los talleres fueron descubiertos en diversos operativos realizados por la Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social, que depende de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) de Argentina.
Los inspectores de la AFIP encontraron a 24 personas que cumplían sus tareas sin ningún registro oficial.
“Además 18 de ellas vivían en sus lugares de trabajo, bajo una situación total de esclavitud y en deplorables condiciones de seguridad e higiene”, dijo el Fisco en un comunicado.
La AFIP precisó que “los trabajadores, en su mayoría de nacionalidad boliviana” confeccionaban ropa.
Según el Fisco, la jornada laboral de estas personas “superaba las ocho horas y los trabajadores desconocían cuál era su remuneración real”.
Los talleres tampoco contaban con medidas de seguridad y los trabajadores estaban expuestos a posibles accidentes eléctricos o de gas, ya que las instalaciones no cumplían con las normas establecidas.
Un alcalde del Perú habla de 'invasión' de bolivianos a su territorio
Orlando Jiménez, alcalde de Casani, Perú, denunció una supuesta "invasión" de bolivianos al territorio del vecino país en los hitos 21, 20 y 18.
"Jiménez pide la intervención de la Cancillería de la República (del Perú) debido a que bolivianos están invadiendo los territorios en los hitos (citados)", dice una nota de RPP.
Además, la autoridad local aseguró que esta problemática ya generó en varias oportunidades enfrentamientos entre peruanos y bolivianos de la zona fronteriza.
Según su denuncia, los bolivianos de la zona incluso llegaron al extremo de izar "su bandera en el mismo territorio peruano", cita la publicación.
"Jiménez pide la intervención de la Cancillería de la República (del Perú) debido a que bolivianos están invadiendo los territorios en los hitos (citados)", dice una nota de RPP.
Además, la autoridad local aseguró que esta problemática ya generó en varias oportunidades enfrentamientos entre peruanos y bolivianos de la zona fronteriza.
Según su denuncia, los bolivianos de la zona incluso llegaron al extremo de izar "su bandera en el mismo territorio peruano", cita la publicación.
Rescatan a 5 bolivianos esclavizados para producir ropa de lujo en Brasil
El baño no tenía puerta y lo único que separaba a los colchones de las máquinas de coser eran unas tablas de madera
Los cinco bolivianos que vivían en situación de esclavitud trabajaban más de 13 horas diarias y vivían junto a sus familias en el mismo taller, donde los fuertes olores de los materiales se mezclaban con el de los alimentos que se cocinaban
En estas condiciones encontraron las autoridades brasileñas este pequeño centro de producción en Sao Paulo, Brasil, donde los bolivianos eran explotados laboralmente, entre ellos una menor de 14 años
El taller elaboraba prendas para nada menos que la lujosa marca de ropa Brooksfield Donna y era administrado por una empresa tradicional brasileña llamada Via Veneto, dueña de la marca de prendas de vestir para mujeres
La firma, que niega ser responsable de explotación laboral, será procesada en el marco del Programa de Erradicación de Trabajo Esclavo del Ministerio de Trabajo de Brasil
Via Veneto no sólo deberá responder por cargos relacionados a esclavitud, sino también por explotación infantil.
"Los cinco bolivianos trabajaban seis días a la semana en condiciones degradantes, recibiendo 6 reales (US$1,76) por pieza producida
Comían en el mismo lugar donde dormían y vivían. Dos niños, hijos de los empleados, también fueron encontrados", informó el Ministerio de Trabajo el lunes.
La entidad gubernamental brasileña añadió que una adolescente de 14 años trabajaba también en el taller "en las mismas condiciones de precariedad"
Los trabajadores bolivianos fueron rescatados en mayo. Sin embargo, la información y el proceso por trabajo análogo a la esclavitud fue informado por las autoridades de Brasil el lunes
El taller
El lugar donde explotaban a los bolivianos fue descrito por el Ministerio de Trabajo como un espacio con "instalaciones eléctricas precarias e improvisadas", sin extintores y trozos de tela esparcidos por el suelo
Por las etiquetas encontradas se determinó que el 100 por ciento de la producción era destinada a la marca Brooksfield Donna, que tiene tiendas en los principales centros comerciales de Brasil.
En el taller también fueron encontradas ollas con restos de alimentos, bolsas de arroz y fideo, los colchones en el suelo y "mucha suciedad".
En las fotos divulgadas por el Ministerio de Trabajo se puede ver cómo en un mismo ambiente se encontraban las máquinas de coser, los colchones y la cocina
También se puede observar la tela desparramada y no existe ninguna clase de protección ante un eventual incendio
La marca
En las tiendas, los precios de la ropa encontrada en el taller con la etiqueta de Brooksfield Donna pueden exceder los US$150 por unidad
Según el Ministerio de Trabajo, la empresa se negó a pagar los derechos laborales de los rescatados.
El gobierno brasileño le exigirá a la firma que pague unos $us 1.200 como indemnización a cada boliviano rescatado
Por su parte, el departamento de marketing de Via Veneto le envió un comunicado a BBC Brasil en el que declara: "La empresa no subcontrata la prestación de servicios y sus proveedores son empresas certificadas"
"La compañía cumple regularmente todas las normas de derecho aplicables", asegura
Sin embargo, la marcadeclinó responder sobre el operativo realizado por las autoridades brasileñas
También se negó a explicar si en su cadena de producción funcionan talleres subcontratados como el que fue encontrado con cinco bolivianos.
es la únicaresponsable de la situación encontrada en el taller"
El documento dice que Via Veneto es el empleadorque debe responder "por los ilícitos constatados"
Los inspectores argumentan que la compañía definía "el tipo y cantidad de piezas deseadas", además de los costos y los precios de venta
Sólo después de la aprobación por parte de la marca de ropa "se hacía el pagopor la producción al taller", según el reporte
Las autoridades brasileñas concluyeron que los trabajadores bolivianos se encontraban en absoluta informalidad, condiciones precarias y tratados comomano de obra barata.
La adolescente de 14 años rescatada dejó la máquina de coser sólo cuando se dio cuenta del ingreso de las autoridades, según le contó a BBC Brasil la inspectora Livia Ferreira
"Mientras el propietario (del taller) intentaba evitar que ingresemos, ellaseguía en la máquina. Se levantó cuando nos vio y corrió a la habitación muy asustada", relató
Ferreira describió el lugar como "un ambiente desorganizado, sucio, improvisado, donde a ninguna persona le gustaría estar"
"Esta es la crueldad de vulnerabilidad social. A menudo, el trabajador no puede ver que lo estamos sacando de una condición de esclavitud", afirmó la inspectora del Ministerio de Trabajo
Según el informe oficial, sólo con muchas horas de trabajo los cinco bolivianos serían capaces de generar ingresos "suficientes para asegurar el costo de la alimentación y la vivienda en el taller"
"En el modelo adoptado en ese taller no hay ninguna límite en la jornada laboral, siendo incluso inexistentes las barreras físicas entre la vida dentro y fuera del trabajo", afirmaron los inspectores en su informe
Ante la negativa de Brooksfield Donna en reconocer sus obligaciones con el taller y el pago en compensación a los trabajadores, el Ministerio de Trabajo estableció un proceso civil en contra de la marca.
Las autoridades bolivianas todavía no se han pronunciado sobre lo sucedido
BBC Mundo intentó comunicarse con el Defensor del Pueblo de Bolivia, David Tezanos, el lunes por la tarde.
Sin embargo, en su despacho explicaron que en ese momento se encontraba en reuniones.
Parte de este artículo se elaboró con información recabada por el periodista Ricardo Senra, de BBC Brasi.
Los cinco bolivianos que vivían en situación de esclavitud trabajaban más de 13 horas diarias y vivían junto a sus familias en el mismo taller, donde los fuertes olores de los materiales se mezclaban con el de los alimentos que se cocinaban
En estas condiciones encontraron las autoridades brasileñas este pequeño centro de producción en Sao Paulo, Brasil, donde los bolivianos eran explotados laboralmente, entre ellos una menor de 14 años
El taller elaboraba prendas para nada menos que la lujosa marca de ropa Brooksfield Donna y era administrado por una empresa tradicional brasileña llamada Via Veneto, dueña de la marca de prendas de vestir para mujeres
La firma, que niega ser responsable de explotación laboral, será procesada en el marco del Programa de Erradicación de Trabajo Esclavo del Ministerio de Trabajo de Brasil
Via Veneto no sólo deberá responder por cargos relacionados a esclavitud, sino también por explotación infantil.
"Los cinco bolivianos trabajaban seis días a la semana en condiciones degradantes, recibiendo 6 reales (US$1,76) por pieza producida
Comían en el mismo lugar donde dormían y vivían. Dos niños, hijos de los empleados, también fueron encontrados", informó el Ministerio de Trabajo el lunes.
La entidad gubernamental brasileña añadió que una adolescente de 14 años trabajaba también en el taller "en las mismas condiciones de precariedad"
Los trabajadores bolivianos fueron rescatados en mayo. Sin embargo, la información y el proceso por trabajo análogo a la esclavitud fue informado por las autoridades de Brasil el lunes
El taller
El lugar donde explotaban a los bolivianos fue descrito por el Ministerio de Trabajo como un espacio con "instalaciones eléctricas precarias e improvisadas", sin extintores y trozos de tela esparcidos por el suelo
Por las etiquetas encontradas se determinó que el 100 por ciento de la producción era destinada a la marca Brooksfield Donna, que tiene tiendas en los principales centros comerciales de Brasil.
En el taller también fueron encontradas ollas con restos de alimentos, bolsas de arroz y fideo, los colchones en el suelo y "mucha suciedad".
En las fotos divulgadas por el Ministerio de Trabajo se puede ver cómo en un mismo ambiente se encontraban las máquinas de coser, los colchones y la cocina
También se puede observar la tela desparramada y no existe ninguna clase de protección ante un eventual incendio
La marca
En las tiendas, los precios de la ropa encontrada en el taller con la etiqueta de Brooksfield Donna pueden exceder los US$150 por unidad
Según el Ministerio de Trabajo, la empresa se negó a pagar los derechos laborales de los rescatados.
El gobierno brasileño le exigirá a la firma que pague unos $us 1.200 como indemnización a cada boliviano rescatado
Por su parte, el departamento de marketing de Via Veneto le envió un comunicado a BBC Brasil en el que declara: "La empresa no subcontrata la prestación de servicios y sus proveedores son empresas certificadas"
"La compañía cumple regularmente todas las normas de derecho aplicables", asegura
Sin embargo, la marcadeclinó responder sobre el operativo realizado por las autoridades brasileñas
También se negó a explicar si en su cadena de producción funcionan talleres subcontratados como el que fue encontrado con cinco bolivianos.
es la únicaresponsable de la situación encontrada en el taller"
El documento dice que Via Veneto es el empleadorque debe responder "por los ilícitos constatados"
Los inspectores argumentan que la compañía definía "el tipo y cantidad de piezas deseadas", además de los costos y los precios de venta
Sólo después de la aprobación por parte de la marca de ropa "se hacía el pagopor la producción al taller", según el reporte
Las autoridades brasileñas concluyeron que los trabajadores bolivianos se encontraban en absoluta informalidad, condiciones precarias y tratados comomano de obra barata.
La adolescente de 14 años rescatada dejó la máquina de coser sólo cuando se dio cuenta del ingreso de las autoridades, según le contó a BBC Brasil la inspectora Livia Ferreira
"Mientras el propietario (del taller) intentaba evitar que ingresemos, ellaseguía en la máquina. Se levantó cuando nos vio y corrió a la habitación muy asustada", relató
Ferreira describió el lugar como "un ambiente desorganizado, sucio, improvisado, donde a ninguna persona le gustaría estar"
"Esta es la crueldad de vulnerabilidad social. A menudo, el trabajador no puede ver que lo estamos sacando de una condición de esclavitud", afirmó la inspectora del Ministerio de Trabajo
Según el informe oficial, sólo con muchas horas de trabajo los cinco bolivianos serían capaces de generar ingresos "suficientes para asegurar el costo de la alimentación y la vivienda en el taller"
"En el modelo adoptado en ese taller no hay ninguna límite en la jornada laboral, siendo incluso inexistentes las barreras físicas entre la vida dentro y fuera del trabajo", afirmaron los inspectores en su informe
Ante la negativa de Brooksfield Donna en reconocer sus obligaciones con el taller y el pago en compensación a los trabajadores, el Ministerio de Trabajo estableció un proceso civil en contra de la marca.
Las autoridades bolivianas todavía no se han pronunciado sobre lo sucedido
BBC Mundo intentó comunicarse con el Defensor del Pueblo de Bolivia, David Tezanos, el lunes por la tarde.
Sin embargo, en su despacho explicaron que en ese momento se encontraba en reuniones.
Parte de este artículo se elaboró con información recabada por el periodista Ricardo Senra, de BBC Brasi.
Detectan en Argentina talleres donde empleaban ilegalmente a bolivianos
El Fisco de Argentina detectó seis talleres textiles clandestinos en Buenos Aires, donde una veintena de personas, en su mayoría de nacionalidad boliviana, vivía en condiciones de “total esclavitud”, informaron fuentes oficiales.
Los talleres fueron descubiertos en diversos operativos realizados por la Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social, que depende de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) de Argentina, en los barrios capitalinos de Villa Luro y Mataderos.
Durante los procedimientos, los inspectores de la AFIP encontraron a 24 personas que cumplían sus tareas sin ningún registro oficial.
“Además 18 de ellas vivía en sus lugares de trabajo, bajo una situación total de esclavitud y en deplorables condiciones de seguridad e higiene”, dijo el Fisco en un comunicado.
La AFIP precisó que “los trabajadores, en su mayoría de nacionalidad boliviana” confeccionaban indumentaria para diferentes marcas.
Según el Fisco, la jornada laboral de estas personas “superaba las 8 horas y los trabajadores desconocían cuál era su remuneración real”.
Los talleres tampoco contaban con medidas de seguridad y los trabajadores “estaban expuestos a posibles accidentes eléctricos o de gas, ya que las instalaciones no cumplían con las normas establecidas”, precisa el comunicado.
La AFIP dijo que presentará la denuncia correspondiente por los delitos de reducción a la servidumbre y trata de persona ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal de turno.
Los talleres fueron descubiertos en diversos operativos realizados por la Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social, que depende de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) de Argentina, en los barrios capitalinos de Villa Luro y Mataderos.
Durante los procedimientos, los inspectores de la AFIP encontraron a 24 personas que cumplían sus tareas sin ningún registro oficial.
“Además 18 de ellas vivía en sus lugares de trabajo, bajo una situación total de esclavitud y en deplorables condiciones de seguridad e higiene”, dijo el Fisco en un comunicado.
La AFIP precisó que “los trabajadores, en su mayoría de nacionalidad boliviana” confeccionaban indumentaria para diferentes marcas.
Según el Fisco, la jornada laboral de estas personas “superaba las 8 horas y los trabajadores desconocían cuál era su remuneración real”.
Los talleres tampoco contaban con medidas de seguridad y los trabajadores “estaban expuestos a posibles accidentes eléctricos o de gas, ya que las instalaciones no cumplían con las normas establecidas”, precisa el comunicado.
La AFIP dijo que presentará la denuncia correspondiente por los delitos de reducción a la servidumbre y trata de persona ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal de turno.
sábado, 11 de junio de 2016
Desde Suecia escriben sobre la lucha de Joaquín Quiroz
Desde Suecia, Cinthia Núñez, una boliviana que reside en ese país hace varios años y que se enteró de la tragedia en la que perdió la vida Joaquín Quiroz, una persona con discapacidad que fue arrollada el 9 de junio mientras participaba de una vigilia de protesta, le escribió a OPINIÓN para expresar su dolor y contar algunos detalles de la historia de lucha de Quiroz.
“Él era mi vecino mientras viví en Cochabamba. De niño sufrió poliomielitis y no podía caminar. Por eso no iba a la escuela, pero mi madre lo visitaba y le decía que debía luchar, que no podía quedarse así, lo alentó para que se esforzara”, recuerda Núñez. Un día, Joaquín se levantó y trató de caminar con muletas para ir a la escuela. “Sus compañeros de clases se sorprendieron, hicieron conciencia y terminaron ayudándolo”, relata. La madre de Cinthia muchas veces llegó a su casa llorando y les contaba a sus hijos que Joaquín se había caído en el trayecto al colegio porque sus piernas no le respondían. “Hasta que sus compañeros valoraron su esfuerzo y consiguieron una carretilla para recogerlo de su casa y llevarlo a la escuela”. Joaquín siguió estudiando hasta convertirse en un contador. Se casó y fue padre de un niño de cinco años. “Era un orgullo, pero pese a sus profesión no conseguía trabajo por estar en silla de ruedas”. Joaquín murió a los 38 años, luchando por una renta que le ayude a alimentar a su familia.
“Él era mi vecino mientras viví en Cochabamba. De niño sufrió poliomielitis y no podía caminar. Por eso no iba a la escuela, pero mi madre lo visitaba y le decía que debía luchar, que no podía quedarse así, lo alentó para que se esforzara”, recuerda Núñez. Un día, Joaquín se levantó y trató de caminar con muletas para ir a la escuela. “Sus compañeros de clases se sorprendieron, hicieron conciencia y terminaron ayudándolo”, relata. La madre de Cinthia muchas veces llegó a su casa llorando y les contaba a sus hijos que Joaquín se había caído en el trayecto al colegio porque sus piernas no le respondían. “Hasta que sus compañeros valoraron su esfuerzo y consiguieron una carretilla para recogerlo de su casa y llevarlo a la escuela”. Joaquín siguió estudiando hasta convertirse en un contador. Se casó y fue padre de un niño de cinco años. “Era un orgullo, pero pese a sus profesión no conseguía trabajo por estar en silla de ruedas”. Joaquín murió a los 38 años, luchando por una renta que le ayude a alimentar a su familia.
Bolivianos en EEUU alentaron a la Verde
Emotivo y a la vez colorido y conmovedor fue el ambiente previo al partido que se vivió en las afueras del Gillete Stadium de Boston, donde más allá del resultado final los hinchas de la Verde, residentes de varias ciudades de Estados Unidos, se juntaron para alentar a la Selección Nacional.
Pasado el mediodía, los residentes bolivianos comenzaron a llegar al estadio y se ubicaron estratégicamente en los parqueos con carpas, mesas y sillas, además de conservadoras y parrillas en las que mezclaron filetes de carne y chorizos acompañados de pan crocante y, obviamente, la rica llajua.
Autos, vagonetas, camionetas y buses con capacidad para 12 personas llegaron poco a poco a los parqueos, todos decorados con los colores alusivos a la jornada futbolera y la tricolor boliviana flameando en todos sus tamaños.
Gensel, Ariel, Maritza y Gabriela Santander Valdez, oriundos de La Paz con más de 15 años de residencia en Nueva York, viajaron en familia a Boston cubriendo el tramo carretero en cuatro horas.
Gabriela sacó del bolso tres botes con los colores de la tricolor y pintó la cara de Ariel para estar a tono con la jornada festiva de aliento e ilusión entre bolivianos. “Nosotros sacamos las vacaciones para seguir a la selección en esta Copa América y estamos viajando primero por Orlando, ahora a Boston y luego nos iremos a Seattle. Amamos a la Verde”, dijo Gensel, el mayor de los Santander Valdez.
Como esta familia también llegó otra, la de los Salinas, también de La Paz, que reside en Nueva Jersey e invitaron a la nuera, una barranquillera (Colombiana) que gusta del fútbol y apoya con todo fervor a la selección boliviana.
Los Salinas estaban provistos de carne y chorizo, además de cervezas y gaseosas frías que disfrutaron con moderación antes de ingresar a ver el partido.
Compatriotas bolivianos residentes de Virginia, Nueva York, Nueva Jersey, Maryland, Providence, Naples y Orlando, entre otros, coincidieron en el parqueo privado del Gillete Stadium e hicieron flamear la tricolor con mucho orgullo.
Cochabambinos, paceños, cruceños, orureños y tarijeños viajaron algunos en vehículo y otros en avión para llegar a Boston.
BULLICIO INFERNAL
Los hinchas bolivianos llegaron en gran cantidad al estadio, pero definitivamente la barra chilena la superó en cantidad de personas, tanto residentes que viven en Estados Unidos como los que llegaron desde su país para disfrutar de la Copa América Centenario.
Bocinas, banderas, gorras y hasta muñecos alusivos a las figuras del equipo trasandino fueron desplegados en los parqueos más grandes del estadio. La mayoría también aprovechó las horas previas para cocinar un delicioso churrasco o prepararse carnes frías; el pisco sour estuvo a la orden del día.
Si bien entre bolivianos y chilenos se vio mucha alegría, colorido y derroche de energía, a la vez se puso de manifiesto la buena conducta y el respeto entre ambas hinchadas. Nadie se acordó ni atinó a remover las viejas heridas por el mar y menos por el Silala.
A pesar de la baja temperatura que hizo ayer en Boston, alrededor de 15 grados centígrados a la hora del partido, no faltó la cerveza helada, las gaseosas y los jugos, pero sobre todo el entusiasmo y la ilusión por los colores de uno y otro equipo.
Pasado el mediodía, los residentes bolivianos comenzaron a llegar al estadio y se ubicaron estratégicamente en los parqueos con carpas, mesas y sillas, además de conservadoras y parrillas en las que mezclaron filetes de carne y chorizos acompañados de pan crocante y, obviamente, la rica llajua.
Autos, vagonetas, camionetas y buses con capacidad para 12 personas llegaron poco a poco a los parqueos, todos decorados con los colores alusivos a la jornada futbolera y la tricolor boliviana flameando en todos sus tamaños.
Gensel, Ariel, Maritza y Gabriela Santander Valdez, oriundos de La Paz con más de 15 años de residencia en Nueva York, viajaron en familia a Boston cubriendo el tramo carretero en cuatro horas.
Gabriela sacó del bolso tres botes con los colores de la tricolor y pintó la cara de Ariel para estar a tono con la jornada festiva de aliento e ilusión entre bolivianos. “Nosotros sacamos las vacaciones para seguir a la selección en esta Copa América y estamos viajando primero por Orlando, ahora a Boston y luego nos iremos a Seattle. Amamos a la Verde”, dijo Gensel, el mayor de los Santander Valdez.
Como esta familia también llegó otra, la de los Salinas, también de La Paz, que reside en Nueva Jersey e invitaron a la nuera, una barranquillera (Colombiana) que gusta del fútbol y apoya con todo fervor a la selección boliviana.
Los Salinas estaban provistos de carne y chorizo, además de cervezas y gaseosas frías que disfrutaron con moderación antes de ingresar a ver el partido.
Compatriotas bolivianos residentes de Virginia, Nueva York, Nueva Jersey, Maryland, Providence, Naples y Orlando, entre otros, coincidieron en el parqueo privado del Gillete Stadium e hicieron flamear la tricolor con mucho orgullo.
Cochabambinos, paceños, cruceños, orureños y tarijeños viajaron algunos en vehículo y otros en avión para llegar a Boston.
BULLICIO INFERNAL
Los hinchas bolivianos llegaron en gran cantidad al estadio, pero definitivamente la barra chilena la superó en cantidad de personas, tanto residentes que viven en Estados Unidos como los que llegaron desde su país para disfrutar de la Copa América Centenario.
Bocinas, banderas, gorras y hasta muñecos alusivos a las figuras del equipo trasandino fueron desplegados en los parqueos más grandes del estadio. La mayoría también aprovechó las horas previas para cocinar un delicioso churrasco o prepararse carnes frías; el pisco sour estuvo a la orden del día.
Si bien entre bolivianos y chilenos se vio mucha alegría, colorido y derroche de energía, a la vez se puso de manifiesto la buena conducta y el respeto entre ambas hinchadas. Nadie se acordó ni atinó a remover las viejas heridas por el mar y menos por el Silala.
A pesar de la baja temperatura que hizo ayer en Boston, alrededor de 15 grados centígrados a la hora del partido, no faltó la cerveza helada, las gaseosas y los jugos, pero sobre todo el entusiasmo y la ilusión por los colores de uno y otro equipo.
miércoles, 8 de junio de 2016
Video Drama de una familia boliviana en Italia
Carolina Delgado está pasando por uno de los momentos más dolorosos de su vida. Su hija de 19 años, Carla Diana Vargas, debe ser sometida a una costosa operación para curarse de una enfermedad congénita que hace un tiempo también le afectó a ella misma y a su hijo menor.
La boliviana, nacida en Cochabamba, emigró hace años a Milán, Italia, donde actualmente reside. Su hija sufre del síndrome de Chiari 1 (síndrome neuro-cráneo-vertebral o enfermedad del Filium) y escoliosis idiopática (que implica problemas en el sistema nervioso y deformidad en la columna), y que a la larga puede dejarla en estado vegetal, informó a EL DEBER, David Torrico de Reporter Bolivia.
Habitualmente los pacientes de esta enfermedad padecen de náuseas fuertes, dolor de cabeza, hormigueos por las extremidades y hasta pérdida de conciencia.
Carolina, madre soltera de cuatro hijos, clama ayuda a los bolivianos y a las autoridades o instituciones, para poder cubrir el costo de esta operación que es de 18.000 euros (unos 20.500 dólares), monto muy difícil de alcanza para la economía de esta familia.
A eso se suman los gastos que hace un tiempo tuvieron que hacer para que Carolina y su hijo menor, Bryan Vargas (16), se operaran en Barcelona, España, donde existe un hospital especializado en esta rara enfermedad.
Hoy, Carolina pide ayuda a quienes quieran apoyarla para salvar a su hija. Los interesados pueden comunicarse con ella a través de su cuenta Facebook.
lunes, 6 de junio de 2016
DETIENEN A TRES ‘TRAGONES’ BOLIVIANOS
La Gendarmería de Argentina detuvo a tres ciudadanos bolivianos que transportaban dos kilogramos de cocaína ingerida en cápsulas, informaron ayer fuentes policiales. Los ‘tragones’, como habitualmente se conoce a esa forma de transporte en Bolivia, despertaron sospechas por su nerviosismo.
Los hechos se desencadenaron a comienzos de esta semana, en la norteña provincia argentina de Jujuy (fronteriza con Bolivia), donde agentes de Gendarmería realizaban controles a vehículos en las cercanías de la localidad de Punamarca, entre ellos un autobús donde viajaban los detenidos. Los agentes detectaron “signos de decaimiento general y nerviosismo en tres pasajeros que se desplazaban en un micro de larga distancia” y que no poseían “constancias de ingreso legal al país”, según detalló la fuerza de seguridad en un comunicado.
Por ello, los gendarmes les solicitaron que los acompañasen “para realizarles placas radiográficas y controles médicos”. Los exámenes radiológicos y el proceso de evacuación, que demoró cinco días de internación hospitalaria, confirmó que transportaban cada uno 50, 49 y 52 cápsulas de cocaína, con un peso total de dos kilogramos. (AGENCIAS)
Los hechos se desencadenaron a comienzos de esta semana, en la norteña provincia argentina de Jujuy (fronteriza con Bolivia), donde agentes de Gendarmería realizaban controles a vehículos en las cercanías de la localidad de Punamarca, entre ellos un autobús donde viajaban los detenidos. Los agentes detectaron “signos de decaimiento general y nerviosismo en tres pasajeros que se desplazaban en un micro de larga distancia” y que no poseían “constancias de ingreso legal al país”, según detalló la fuerza de seguridad en un comunicado.
Por ello, los gendarmes les solicitaron que los acompañasen “para realizarles placas radiográficas y controles médicos”. Los exámenes radiológicos y el proceso de evacuación, que demoró cinco días de internación hospitalaria, confirmó que transportaban cada uno 50, 49 y 52 cápsulas de cocaína, con un peso total de dos kilogramos. (AGENCIAS)
miércoles, 1 de junio de 2016
Dos bolivianos elaboraban droga en su apartamento
La Policía de Investigaciones chilena (PDI) de Rancagua logró la detención de dos bolivianos quienes -según han podido establecer las primeras diligencias- se dedicaban a "cocinar droga" en un laboratorio artesanal clandestino. El arresto de los sospechosos se registró en Estación Central, en la Región Metropolitana, cuando detectives realizaron diversas diligencias tendentes a esclarecer una denuncia sobre comercialización de droga. Por ello, los efectivos de la policía civil efectuaron un control de identidad a una mujer de nacionalidad boliviana en dicha comuna, oportunidad donde lograron incautar una bolsa con cocaína base, además dinero y dos teléfonos celulares. Seguidamente, el fiscal allanó su departamento que era utilizado como laboratorio clandestino de droga. Allí se detuvo a otra boliviana y se incautaron 81 envoltorios de cocaína, además de sustancias químicas para el abultamiento de la droga. En la requisa se incautó dinero en pesos chilenos y bolivianos, además de tres kilos de cocaína lista para ser distribuida.
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