jueves, 31 de agosto de 2017

Familia de Rosalva pide ayuda en Chile


La Universidad Arturo Prat, en Iquique, fue el punto en el que la comunidad boliviana se reunió anoche para expresar su dolor, pedir ayuda y reclamar justicia por la muerte de Rosalva Gómez (21), compatriota que emigró hace un año y medio a Chile en busca de mejores días, pero que el martes fue hallada muerta, amarrada de pies y manos y con un disparo en la cabeza.

La madre de Rosalva, Blanca Bejarano, apenas pudo conseguir dinero para su pasaje, de Cochabamba a Iquique, para trasladarse a esta ciudad fronteriza con Bolivia y reclamar los restos mortales de su hija. Entrevistada por Iquique Televisión, cuenta que nunca estuvo de acuerdo con que su primogénita cruzara las fronteras, pero la difícil situación económica que atravesaba, sumado a que era madre soltera (deja en la orfandad a una niña de siete años), pudo más. Ahora, pide colaboración para que sus restos mortales puedan ser enterrados en su natal Cochabamba.

EL DEBER intentó sin éxito comunicarse con el Consulado de Bolivia en Iquique, luego de que el presidente Evo Morales, vía Twitter, expresara su solidaridad con la familia de la fallecida y pidiera justicia. Hasta el momento no hay detenidos.

Alegre, pero reservada
Alegre y trabajadora, pero sobre todo muy reservada con su vida privada, es así como la recuerdan sus compañeras de trabajo. Rosalva trabajó el lunes hasta las 20:00 en D’Saloom, donde se desempeñaba como manicurista, y 12 horas después unos obreros que se movilizaban en un camión la hallaron muerta a un lado de una vía de Alto Hospicio.
Una de sus colegas, contactada por EL DEBER vía telefónica, dice que aún no asimila lo sucedido. “El lunes estaba trabajando con nosotras, al día siguiente no llega al salón y luego vemos por los medios y las redes sociales imágenes terribles de ella muerta. Fue impactante”, dice, a tiempo de solicitar el anonimato “por lo complicado del caso”.

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