“Era muy noble, muy decentito y educadito”, recuerda Rosa Marta Campos Mercado, la maestra de primaria que enseñó a leer y a escribir a Enrique Peña Nieto, desde el domingo pasado, Presidente electo de México.
Cuenta Rosa Marta al diario español El País que cuando ella tenía 24 años, el niño se enamoró de ella. “Fui su amor platónico. Sus padres me llamaron porque Enrique decía que se quería casar conmigo; es algo que ocurre muy a menudo”.
Todo esto ocurrió en los primeros años 70 en Atlacomulco, un pequeño municipio del estado de México en el que el líder del PRI nació en 1966.
Pero ahí no terminó la “relación”, y hoy la maestra es devota incondicional de su antiguo pupilo, a quien estará eternamente agradecida por ayudarle a ser primera regidora de una localidad vecina, conseguirle trabajo a una hija y sobre todo por asistirle, ya como político conocido, en una tragedia familiar.
Desde la década de los años 40, Atlacomulco da nombre también a un influyente grupo de poder dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que desde fines de los 90 impulsó la carrera política de Peña Nieto hasta llevarlo, tras ganar las elecciones en 2005, al sillón del gobernador del estado, cargo en el que sucedió a su tío, Arturo Montiel, ligado a varios escándalos de corrupción.
Antes, Peña Nieto estudió la secundaria en Toluca, y posteriormente se licenció en derecho por la Universidad Panamericana, vinculada al Opus Dei.
Siempre pulcro, acicalado, un tanto introvertido, según quienes le conocen, y con un característico tupé que ha sido la delicia de los caricaturistas de este país, Peña Nieto inició, una vez titulado y con una evidente formación conservadora, su ascenso hacia el poder por los meandros del priismo hasta llegar a gobernador y ahora a la Presidencia de México.
Según numerosos testimonios que la prensa mexicana recogió en los últimos meses de amigos, compañeros, conocidos y subalternos suyos, el político de 46 años desde colegio y hasta su gestión de gobernador, Peña Nieto se caracterizó siempre por su “excesiva ambición”, su alta competitividad y por no reparar en cualquier medio para salirse con la suya.
Debilidad por las mujeres
El joven político se casó en 1994 tras un corto noviazgo con Mónica Pretelini, con quien tuvo tres hijos y de quien enviudó en 2007 tras una relación marcada por las infidelidades del candidato.
El propio Peña Nieto reconoció varias veces que las mujeres son su punto débil -ha tenido dos hijos fuera del matrimonio-, y parece que es correspondido. No es raro escuchar a sus fans gritarle cosas como “¡Enrique, bombón, te quiero en mi colchón!” en los actos electorales.
Y ello va en comunión con quienes lo acusan de gastar millones en promocionar su imagen de “joven Kennedy”.
Pero las mujeres también han sido el origen de los peores dolores de cabeza de su carrera política. Su incapacidad para explicar convincentemente la causa de la muerte de Pretelini hizo correr ríos de tinta de una manera sólo comparable a su lapsus en la última Feria del Libro de Guadalajara cuando confundió autores y obras fundamentales.
Su segundo matrimonio con Angélica Rivera, alias Gaviota, una actriz de telenovelas, contribuyó a alimentar su imagen de galán de culebrón y exacerbó las críticas de sus rivales políticos, que le ven como una criatura fabricada por Televisa, la principal cadena de televisión de ese país, ligada reiteradamente a intereses afines al PRI.
No obstante, quienes piensan que es un político vacío, no reparan en su astucia y habilidad para lograr sus metas. Logró hacerse con el control del partido y no le tembló el pulso cuando tuvo que deshacerse de algunos “barones” como Humberto Moreira, gobernador de Coahuila y presidente del PRI. Como dice un viejo priista, “tiene más de cabrón que de bonito”.
Elecciones México
Protesta El movimiento de jóvenes estudiantes mexicanos #YoSoy132 realizó su primera protesta luego de las elecciones presidenciales rechazando los resultados que dieron el triunfo al candidato centrista Enrique Peña.
Impugnación La izquierda amenazó con impugnar las elecciones “plagadas de irregularidades” si se mantienen los resultados conocidos hasta hoy y que dan la victoria en las urnas a Enrique Peña Nieto, candidato del PRI.
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