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martes, 26 de abril de 2011

Médicos en Guantánamo no documentaron torturas

Los médicos del Pentágono que trataron a los supuestos terroristas recluidos por Estados Unidos en su base naval de Guantánamo no preguntaron ni documentaron las causas de las lesiones físicas y daños psicológicos que sufrieron los prisioneros, según un artículo publicado hoy.

La revista Public Library of Science (PLoS)indicó que el asesor médico principal de Médicos por los Derechos Humanos, Vincent Lacopino, y el brigadier retirado del Ejército de Estados Unidos, Stephen Xenakis, revisaron las fichas y documentos relevantes de nueve hombres detenidos en Guantánamo.

Lacopino y Xenakis buscaban pruebas de torturas y malos tratos y la forma en que el personal médico militar manejó estos problemas.

"La inspección de los registros médicos, fichas de casos y declaraciones legales proporciona pruebas concluyentes de que el personal médico que trató a los detenidos en Bahía de Guantánamo no averiguó ni documentó las causas de las lesiones que observaron en los detenidos", según el artículo.

En cada uno de los casos, los detenidos informaron de los métodos abusivos de interrogatorio a los que fueron sometidos y que "se ajustan a la definición de tortura contenida en la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura".

Según PLoS, esos métodos también se ajustan "a la definición estadounidense más restrictiva de la tortura, conocida como 'técnicas de interrogatorio realzadas', que estaba vigente en esos tiempos".

Los ejemplos de tortura que sufrieron los detenidos incluyen golpizas graves que resultaron en fracturas de hueso, asalto sexual y/o amenaza de violación, simulacros de ejecución, simulacros de desaparición y "casi asfixia con agua" , un método conocido también como "el submarino" .

El artículo señaló que los detenidos también fueron sometidos a otras técnicas de interrogatorio que incluyen la privación del sueño, la exposición a temperaturas extremas, las amenazas graves, los "plantones" o posiciones forzadas por períodos largos, las palizas y la desnudez forzada.

Las evaluaciones médicas llevadas a cabo por expertos forenses no gubernamentales en cada uno de estos nueve casos mostró que las denuncias específicas de tortura hechas por los detenidos correspondían con las pruebas de daño físico y psicológico documentadas en los registros médicos oficiales.

"Sin embargo, a pesar de que tomó nota de las lesiones físicas y los síntomas psicológicos, el personal médico del Departamento de Defensa que trató a los detenidos en Guantánamo omitió averiguar las causas de estas lesiones o síntomas", escribieron los dos expertos.

En cuanto a los síntomas psicológicos evidentes después de los interrogatorios, los médicos del Pentágono los atribuyeron comúnmente a "trastornos de personalidad" y "el estrés rutinario del confinamiento", y no a las circunstancias y presiones impuestas durante los interrogatorios.

La información médica recogida por el personal del Pentágono, aparentemente, se puso a disposición de los interrogadores de forma que, según indicó uno de los detenidos, "el dolor crónico que sufría en la espalda fue usado para someterlo a posiciones estresantes y prolongadas".

"Aunque las conclusiones se limitan a nueve casos, el estudio muestra que las denuncias de los nueve detenidos acerca de torturas o malos tratos están corroboradas por las evaluaciones forenses", continuó el artículo.

"Es evidente que, al menos en estos casos, el personal médico y de salud mental del Pentágono no cumplió con su deber médico básico hacia los detenidos", añadió.

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