Buscar

jueves, 27 de octubre de 2011

Argentina salda cuentas con su pasado con cadena perpetua a represores ESMA

Argentina dio ayer un paso más en los procesos contra los represores de la dictadura con las condenas a cadena perpetua impuestas, entre otros, a Alfredo Astiz, en la histórica "megacausa" por crímenes de lesa humanidad cometidos en la ESMA, el mayor centro de detención del régimen de facto.

Cientos de personas aguardaron durante horas de la noche pasada la lectura de la sentencia frente a las puertas de Tribunal Oral número 5 de Buenos Aires para celebrar este día "histórico", en palabras de familiares de las víctimas.

Unos 180 testigos han desfilado durante 22 meses ante el tribunal en el primer tramo de la megacausa sobre los delitos en la ESMA, por donde se estima que pasaron unos 5.000 detenidos ilegales de los que apenas sobrevivieron unos cientos durante la sangrienta dictadura militar (1976-1983).

En conjunto, el tribunal ha juzgado a 18 imputados por 85 delitos, entre ellos los asesinatos de Esther Ballestrino de Careaga, Azucena Villaflor y María Ponce, fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, y de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet, del llamado grupo de la Iglesia de Santa Cruz de Buenos Aires, donde se reunían familiares de desaparecidos.

Todas ellas fueron secuestradas por un grupo militar bajo el mando de Alfredo Astiz entre el 8 y el 10 de diciembre de 1977. Según testimonios posteriores, fueron arrojadas al mar vivas y sus cuerpos fueron arrastrados por la corriente hacia la costa. Enterradas en fosas comunes, sus restos tardaron casi 30 años en ser identificados.

También se juzgó el asesinato del periodista y escritor Rodolfo Walsh, militante de Montoneros, secuestrado el 25 de marzo de 1977, después de que hiciera pública su "Carta abierta de un escritor a la Junta Militar", en la que denunciaba el terror de la dictadura.

Junto a Astiz, que asistió impávido a la lectura de la sentencia y llegó incluso a reirse en el banquillo por momentos, han sido condenados a perpetua los exmarinos Jorge "Tigre" Acosta y Ricardo Miguel Cavallo, extraditado desde España en 2008.

El tribunal también condenó a prisión perpetua a Antonio Pernías, Óscar Montes, Raúl Scheller, Jorge Radice, Alberto González, Néstor Savio, Adolfo Donda, Julio César Coronel y Ernesto Weber por secuestros, torturas, asesinatos y apropiación de bienes de víctimas de la dictadura.

En tanto, fueron sentenciados a 25 años de prisión Manuel García Tallada y Juan Carlos Fotea, mientras que Carlos Capdevilla fue condenado a 20 años, y Juan Antonio Azic, a 18 años.

En cambio, fueron absueltos los acusados Juan Carlos Rolón y Pablo García Velazco.

De este juicio quedó librado por "insania mental" el fallecido exalmirante Emilio Massera, quien integró la Junta Militar que perpetró el golpe de Estado en 1976.

En el proceso han declarado unos 80 supervivientes de la ESMA, que han tenido que ver cómo sus torturadores se han atrevido a reivindicar la dictadura y a defender la tortura delante de los jueces.

Astiz, que ha admitido que no disparó un solo tiro durante la guerra de Argentina contra Gran Bretaña por la soberanía de las Islas Malvinas, llegó a decir durante el juicio que era "objeto de persecución política" y tuvo la sangre fría de ingresar en el tribunal con el libro titulado "Volver a matar" y llevar otro día a la audiencia un ejemplar de "El proceso", de Franz Kafka.

Juan Carlos Rolón, exagente de inteligencia que resultó absuelto hoy, no se quedó atrás y se presentó en el juicio con el texto "Sálvese quien pueda", del inglés Edward Chancellor.

Mientras los acusados escucharon imperturbables las condenas, supervivientes y familiares de víctimas seguían la vista a través de pantallas gigantes instaladas en las puertas del tribunal y estallaban en gritos de júbilo con cada sentencia.

"Es una jornada histórica, es la lucha más digna de la historia reciente de los argentinos", afirmó Patricia Walsh, hija del periodista asesinado.

El abogado querellante Rodolfo Yanzón subrayó a Efe la importancia de haber llegado a esta etapa que, dijo, irá seguida el próximo año por otro juicio "por 700 casos y con 50 imputados por delitos cometidos en la ESMA".

En conjunto, la "megacausa" por delitos de la ESMA, posible tras la derogación de "las leyes del perdón" en 2003, se compondrá de otros ocho procesos judiciales pendientes por crímenes en la cárcel clandestina.

Entre los juicios pendientes figura uno en el que se acusa a Astiz por el secuestro y desaparición de la joven sueca Dagmarm Hagelin.

Este es el segundo juicio que se lleva a cabo por crímenes en la ESMA, aunque el primero, en 2007, no llegó a la sentencia porque el acusado, el prefecto Héctor Febres, quien se desempeñaba como jefe de la maternidad de la cárcel clandestina, murió envenenado por cianuro en la dependencia donde estaba detenido.

Buenos Aires, 26 oct (EFE).- Sonrisas y lágrimas se confundieron en los rostros de los cientos de personas que celebraron las condenas a cadena perpetua a Alfredo Astiz y otros conocidos represores de la ESMA en la "megacausa" por delitos de lesa humanidad cometidos en la mayor cárcel clandestina de la dictadura.

En una jornada que los familiares de las víctimas calificaron como "histórica", un tribunal de Buenos Aires condenó a Astiz y a Ricardo Miguel Cavallo, entre otros, a cadena perpetua por los delitos cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).

Cientos de personas siguieron atentamente la lectura de las condenas a través de las pantallas gigantes instaladas frente a los tribunales, sembrados de carteles con las leyendas "Memoria por verdad y justicia", "El Golpe de horror y muerte no quitó vida, libertad y derechos" y "Perpetua a todos los genocidas".

Los activistas aguardaron durante horas el inicio de la lectura del veredicto, que comenzó con un retraso de más de horas, lo que aumentó la angustia de una espera que lleva ya más de 30 años, desde aquellos "años de plomo" que dejaron un saldo de 30.000 desaparecidos, según organizaciones humanitarias.

En conjunto, la justicia ha procesado a 18 acusados -de los que sólo dos han sido absueltos- por 85 delitos, entre ellos los asesinatos de tres de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, dos monjas francesas y el periodista y escritor Rodolfo Walsh.

Ana María Careaga, hija de Esther Ballestrino, una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo y cuya desaparición se ventiló en el juicio, opinó que la sentencia constituye "un acto de reparación histórica hacia la sociedad en su conjunto".

"Es un día histórico porque después de tantos años de lucha del movimiento de derechos humanos, de familiares, y de exdesaparecidos, por fin llega la posibilidad de concretar esa Justicia tan anhelada", consideró.

También para la exdiputada Patricia Walsh, hija del asesinado escritor Rodolfo Walsh, esta "lucha colectiva" de los organismos humanitarios es "un ejemplo" para el mundo.

Entre las más emocionadas estuvo Taty Almeida, líder de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, quien confesó que sintió "una mezcla de alegría y tristeza" al conocer las sentencias.

"No esperaba escuchar esto con vida. Pero ahora sabemos que no estamos solas, sino que hay una juventud que nos sigue y que va a seguir con nuestra lucha cuando nosotros no estemos", agregó.

"No lo podemos creer. Lo que hemos exigido en las últimas tres décadas llegó. Es un día histórico", agregó Almeida, que perdió a su hijo Alejandro en 1975, cuando fue secuestrado durante el Gobierno constitucional de Isabel Perón que precedió a la última dictadura (1976-1983).

Taty Almeida expresó su agradecimiento al fallecido expresidente Néstor Kirchner por haber impulsado en 2003 la derogación parlamentaria de las "leyes del perdón" a represores.

Esa decisión, refrendada dos años después por la Corte Suprema, reactivó cientos de causas contra exmilitares y agentes de las fuerzas de seguridad involucrados en delitos de represión durante los "años de plomo".

El abogado querellante Rodolfo Yanzón opinó que el fallo "cierra un capítulo importante con un resultado más que positivo" y adelantó a Efe que el próximo año volverán "a dar la batalla en un proceso en el que habrá más de 50 imputados y se tratarán los casos de más de 700 víctimas".

Para la abogada querellante Myriam Bregman el juicio ha sido "producto de la lucha de años de los sobrevivientes y los organismos de derechos humanos", aunque denunció que aún "quedan en actividad más de 4.000 miembros de la Armada que actuaron en la dictadura".

No hay comentarios:

Publicar un comentario