El hecho ocurrió en el barrio “Pequeña Cochabamba” en Villa Celina, partido de La Matanza, provincia Buenos Aires. Los cuatro delincuentes, que según testigos estaban disfrazados de policías, ingresaron a robar a una casa de aquel barrio habitado por bolivianos que trabajan en su generalidad en talleres textiles o construcción.
Cuando los ladrones escapaban, se toparon con el sobrino del dueño de casa, a quien asesinaron a disparos. Yiovani Barrientos tenía 23 años.
Según la Policía, todo comenzó cuando cuatro hombres armados vestidos con gorras y prendas similares a la de la Policía Federal ingresaron a una vivienda en la que se encontraba su dueño, otro compatriota llamado Jonsi Rodríguez, de 38 años. Una vez que obtuvieron unos 15 mil pesos (1.500 dólares en el mercado negro) que Rodríguez tenía guardado en un cajón, los delincuentes intentaron darse a la fuga pero se encontraron a la salida de la vivienda con un hermano de la víctima y un sobrino, quienes se les enfrentaron.
Se produjo un forcejeo y los delincuentes comenzaron a disparar contra los dos hombres. Los asaltantes abordaron un Peugeot 206 que se hallaba en la puerta. Barrientos (23) recibió un tiro en el abdomen y murió en la sala del Hospital.
El lunes, los manifestantes bolivianos se enfrentaron con la Policía exigiendo justicia y prendieron fuego a un vehículo durante la manifestación.
Efectivos de la comisaría de Villa Celina que llegaron al lugar del hecho secuestraron dos vainas calibre 9 milímetros, dos gorras con la inscripción de la Policía Federal y un cargador de una pistola calibre 9 milímetros, similar a la que utilizan las fuerzas policiales de este país que acoge a alrededor de dos millones de bolivianos. Tras los hechos, el jefe de la policía bonaerense, Hugo Matzkin, removió a la cúpula de aquella comisaría.
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