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jueves, 17 de abril de 2014

Bolivianas en el exterior



LUCIANA SABAT

...vive hace más de un año en Madrid, y actualmente trabaja en Ingram Micro. Estudió Administración de empresas con mención en Finanzas y se fue a Madrid a realizar una maestría.

“La Escuela de Negocios donde hice mi Maestría tiene convenios para realizar prácticas empresariales y tuve la oportunidad de entrar a una empresa Multinacional dedicada a la distribución de tecnología INGRAM Micro”, cuenta Luciana, que además disfruta de los fines de semana y los momentos libres viajando y conociendo lugares nuevos, o como dice ella: “simplemente recorriendo Madrid con los amigos”.

¿Qué te impulsó a salir del país?

Se presentó la oportunidad de hacer un Master en España con una beca. Y creo que la posibilidad de vivir fuera y ver otra realidad aumenta en todo sentido el provecho que podía sacarle a esta oportunidad: crecer no solo como profesional sino también como persona.

Siempre me ha gustado viajar, conocer otras culturas, abrir mis horizontes y mi mente, creo que el mejor dinero invertido será siempre en viajes y en libros. Así que cualquier oportunidad que tengo de conocer una nueva realidad intento nunca desaprovecharla. Creo que ese deseo constante de conocer nuevos lugares fue mi mayor impulso.

¿Por qué Madrid y qué es lo que más disfrutas de esta ciudad?

Tenía amigos que ya habían venido aquí y estaba entre Madrid y Barcelona, finalmente me decidí por Madrid. No sé si el destino puso un poco de magia a que terminará en este lugar pero estoy encantada. Madrid es una ciudad maravillosa, lo que más me gusta es que es una ciudad muy diversa en todo sentido, tiene diversidad de culturas, de actividades, de personajes y de paisajes y escenarios… En fin, es una ciudad que nunca deja de impresionarte. Y finalmente, la gente, conocí a personas que me abrieron las puertas y jamás me trataron como una extranjera sino como una más.

Cuéntanos sobre tu experiencia y el comienzo. ¿Fue difícil?

He tenido la suerte de viajar desde muy pequeña, a mis padres siempre les ha parecido importante el hecho de que nos desenvolvamos como personas independientes. Creo que siempre es difícil salir de tu zona de confort, enfrentarte a nuevas costumbres y formas de vida, pero el hecho de estar abierto a hacer nuevas amistades y conocer nueva gente siempre ayuda y te facilita las cosas.

¿Qué es lo que más echas de menos?

Lo que más echo de menos yo creo que mi familia, soy muy unida a ellos y son un pilar fundamental en mi vida, también amigos y el estilo de vida que tenemos allá. De verdad que somos muy afortunados… y obvio, ¡la comida!

¿Tienes planes de volver?

A fin de mes termino mi trabajo en Ingram Micro y vuelvo a Bolivia. Me ofrecieron quedarme como becaria pero creo que ahora por la situación, hay más posibilidades en Latinoamérica.

Soy muy apegada a mis raíces y muy boliviana. Creo que para que nuestro país salga adelante todos tenemos que dar un granito de arena y que mejor que viajando, conociendo otras realidades, sacando lo mejor de cada lugar y aplicarlo a nuestra propia tierra.

¿Qué consejos darías a mujeres que buscan salir del país?

Que se animen, que tomen las riendas y den el paso. La época en la que vivimos facilita mucho las cosas: podemos estar conectados en segundos con nuestras familias cuando las extrañamos.

Que tengan una actitud positiva y la mente siempre abierta, para poder adaptarse a la realidad que encuentren en su lugar de destino. Y sobre todo positivismo. Si crees en positivo te llegarán cosas buenas. ¡No todo es fácil y bonito pero les aseguro que vale la pena!.



Montreal en rosa

ÉRICA BARBOSA

Licenciada en Psicología y Neurociencias en la Universidad de Concordia, Montreal, y Master en Políticas Económicas Públicas (London School of Economics, Londres), Érica Barbosa Vargas actualmente es Gerente de Finanzas Sociales en la Fundación de la Familia J.W. McConnell, la segunda fundación más antigua y grande de Canadá. “Subvencionamos e invertimos en proyectos de innovación social. También soy miembro del consejo asesor de organizaciones trabajando en el mismo rubro a nivel global, y no dejo de estar involucrada en proyectos personales en Bolivia”, cuenta Érica, una mujer sencilla, inquieta, divertida y llena de mundo que se dedica a disfrutar de nuevas experiencias, y Montreal es la ciudad perfecta para ella.

“Fuera del trabajo hago muchas cosas. Algunas actividades varían de acuerdo a las estaciones, desde piscineadas y parrilladas hasta ir a acampar en canoas y esquiar. Salgo mucho a probar comida nueva, a lounges, festivales de arte digital… En general, todo lo que signifique compartir con gente y descubrir cosas nuevas me encanta y esta ciudad se presta mucho a eso. También tengo un grupo de música, Down 2 Earth, con tres de mis mejores amigos de la universidad, Alex, Martin y JP”, cuenta Eri.

¿Por qué decidiste irte?

Inicialmente por estudios. Siempre me llamó la atención salir a vivir experiencias en otros lados, sobre todo después de haber hecho un año de intercambio en Europa y conocer amigos de distintos países.

¿Por qué Montreal? ¿Qué es lo que más disfrutas de esta ciudad?

¡Fue lo menos pensado! Ni siquiera conocía la ciudad; menos sabía hablar francés; pero a sugerencia de un amigo de la familia apliqué a las universidades y cuando me aceptaron me fui. La verdad es que sobrepasó mis expectativas.

La ciudad es hermosa: es compacta y tiene una mezcla de arquitectura moderna y colonial europea. Me encanta la gente, la ciudad tiene mucha vida, es energética, no importa si hacen 35 ó -35 grados centígrados. Es una ciudad muy sofisticada, la gente se cuida mucho y hay restaurantes, bares, festivales, exhibiciones, moda para todos los gustos y todos los días del año.

Cuéntanos sobre tus primeros pasos.

Al principio uno se distrae con la novedad. Lo difícil viene pasada esa etapa, cuando ya toca empezar a construir una rutina y una vida sin el contexto, los círculos sociales, el sistema al que uno está acostumbrado y sobre todo sin el sentimiento de pertenencia y seguridad que uno siente en su ciudad. Se pasa por un bajón durante el cual es muy tentador volver; pero es cuestión de tener un poco de paciencia y perseverancia. Pasada esa parte difícil y vulnerable y con un poco de estabilidad se transforma en un mundo sin límites y vas desarrollando el sentimiento de “estar en casa”.

¿Qué oportunidades encontraste allá (que no hubieras encontrado acá)?

Empecé aprendiendo que puedo vivir a menos 40 grados centígrados! O puesto más como oportunidad, poder salir a esquiar todos los años. Podría listar muchas cosas pero se resumen en algo bien importante que es vivir en un contexto donde las oportunidades son mayores a las barreras; y ya lo que significa para cada uno es muy personal. Aunque tal vez suene un poco cursi, pero creo que la oportunidad más grande al vivir fuera es descubrir y desarrollar tus propias capacidades y ambiciones (profesionales y personales) como individuo, y en mi caso como joven y como mujer.

¿Qué consejos darías a mujeres que quieren salir del país?

¡Que se lancen!

1) Que se den tiempo para descubrir y entender la ciudad donde vayan. Cada ciudad tiene su personalidad y es un mundo diferente; para conquistarla, disfrutarla y no perderse hay que entenderla.

2) La actitud es esencial. No se conformen y reaccionen a lo que se les presenta.

Las oportunidades fuera son inimaginables y no hay límites a lo que uno puede alcanzar, pero no aparecen en bandeja de plata. Si las buscan y, sobre todo, las arman, el mundo es suyo.

3) No tengan miedo al miedo. Lo nuevo y lo incierto siempre asusta un poco, pero si uno siente miedo frente a nuevos proyectos es bueno, porque quiere decir que están saliendo de la zona de confort, y ahí es cuando uno crece, aprende, derriba barreras personales y como dicen: “donde la magia sucede”. Y por último, no olviden que siempre pueden volver.



De las leyes a la alfombra roja

GABRIELA OLAVE

Una mujer ambiciosa y perseverante, Gabriela Olave destaca donde vaya y en lo que haga, no solo por su excelencia académica sino por su talento y dedicación. Actualmente Gabriela es abogada, tiene dos maestrías y vive en Nueva York, donde trabaja como ejecutiva de cuentas en “Grey”, una de las agencias de publicidad más destacadas en el mundo, manejando marcas de belleza de Procter & Gamble (Pantene & Olay) con enfoque en el mercado hispano dentro de Estados Unidos.

“Me gradué en Derecho Empresarial con honores (Suma Cum Laude) en la UPB, luego salí del país para hacer una maestría en la Universidad de Nueva York (NYU) con una beca de escolasta distinguida. Después de trabajar un par de años en un Bufete de abogados en Nueva York, decidí hacer un cambio de carrera a un campo que siempre me interesó y que me permitiera mayor flexibilidad de trabajo en diferentes países, e hice otra maestría en Comunicación Empresarial, donde me gradué con Honores”, cuenta Gabriela.

¿Por qué decidiste irte?

Desde muy niña, y dado el trabajo de mi papá como consultor internacional, viví en muchos países y siempre estuve tentada de recorrer el mundo como parte de mi formación. Para ello, una de mis metas era realizar mis estudios de postgrado en el exterior.

¿Por qué Nueva York y qué es lo que más te gusta de esta ciudad?

Presenté mi solicitud de ingreso a varias universidades y una de las que me aceptó con una beca completa fue NYU. Mientras más leía sobre lo que ofrecía, tanto la universidad como la ciudad, no pude rechazar la oferta y acepté el desafío.

Podría nombrar muchas cosas que me gustan de Nueva York, pero una de las cosas que más me gusta es su diversidad: hay millones de personas de diferentes lugares del mundo y es difícil conocer a gente que haya nacido en Nueva York. Una puede estar sola, pero nunca se siente sola ya que está continuamente rodeada de muchísima gente.

Cuéntanos sobre tu experiencia en una ciudad tan competitiva. ¿Fue difícil?

Los estudios de postgrado en las Universidades más prestigiosas de los EEUU son muy demandantes y competitivos. Uno se encuentra compitiendo con los mejores profesionales de todo el mundo y tiene que exigirse al máximo para salir airosa, pero creo que mi preparación fue fundamental para tener éxito. El trabajo en las agencias de publicidad es intenso y cuesta al principio encajar en la vorágine de actividades, pero se adquiere el ritmo de trabajo. La parte interesante de la profesión supera a los sacrificios de las largas horas y la presión para cumplir las metas.

¿Qué oportunidades encontraste allá (que no hubieras encontrado acá)?

Varias cosas hacen que esta ciudad sea tan especial, como vivir en un ambiente dinámico y competitivo, donde debido a tanta competencia uno siempre siente que tiene que “mejorarse”. Además, la cultura que ofrece la ciudad en sí, como museos, obras y más de 18,000 restaurantes (hasta ahora visité 236).

¿Qué es lo que más y menos extrañas?

Lo que más echo de menos es sin duda mi familia, mis amistades de toda la vida y el cálido ambiente humano de Cochabamba. Lo que menos echo de menos es la inseguridad que lamentablemente incrementó en Bolivia en los últimos años.

¿Qué consejos darías a mujeres que buscan salir del país?

Si la oportunidad surge que la aprovechen, especialmente si están empezando su vida profesional. Uno siempre puede regresar a su país y la experiencia de vivir afuera es muy valiosa. Uno se enriquece, ya sea mediante la educación, el trabajo o el simple hecho de aprender a desenvolverse sola fuera de la comodidad de su casa.



Reina del‘grano de oro’

MARía JOSÉ PEREIRA

Una mujer llena de vida, querida, dedicada y entregada a lo que hace. María José Pereira Balcazar vive y trabaja en Costa Rica y lo disfruta mucho.

“Soy propietaria de la empresa Andean Valley Costa Rica S.A, dedicada a la importación y comercialización de productos orgánicos bolivianos a base de Quinua Real. En este momento estoy a cargo de la gerencia de esta empresa que forma parte de una sociedad de la empresa boliviana Andean Valley Corporation”, explica la joven Ingeniera Comercial que se graduó de la Universidad Católica Boliviana.

¿Qué te impulsó a salir del país?

Siempre tuve la visión de salir del país como una meta personal, se dio la oportunidad y no quise desaprovecharla.

Siempre pensé que una de las mejores formas de crecer es saliendo de la zona de confort en la que uno está acostumbrado a vivir, y salir del país prácticamente te obliga a madurar y a ver las cosas desde otra perspectiva. En mi caso el impulso a salir se dio por cosas de la vida, la oferta de trabajo en la empresa mi padre como lo mencioné.

¿Por qué decidiste ir a San José y qué es lo que más disfrutas de esta ciudad?

La decisión de venirme a San José fue porque años atrás decidí trabajar con la empresa constructora de mi papá que tenía proyectos en la capital de Costa Rica. Una de la cosas que más me gusta es que Costa Rica es considerada uno de los países más verdes del mundo y eso definitivamente me encantó. Disfruto mucho el clima y la seguridad de la ciudad.

Cuéntanos sobre tus primeros pasos. ¿Fue difícil?

Yo creo que como todo comienzo es difícil, sin embargo el hecho de que no todo resulte fácil ayuda a crecer tanto personal como profesionalmente, en mi caso creo que tuve mucha suerte ya que las cosas se fueron encaminando poco a poco.

¿Fue fácil hacer una nueva vida social y amigos?

Creo que como a la mayoría de extranjeros les pasa que uno no hace amigos de la noche a la mañana, pero me siento feliz ya que logré formar lindas amistades con el tiempo.

¿Qué oportunidades encontraste allá (que no hubieras encontrado acá)?

Costa Rica es un país con seguridad jurídica e igualdad de oportunidades y pienso que hoy en día la igualdad está cada vez más difícil de percibir en muchos países, pero aquí es muy difícil ver casos de discriminación de cualquier tipo. En mi caso tuve la oportunidad de constituir una empresa sin ningún inconveniente y prácticamente llevar una vida como cualquier nacional.

¿Qué es lo que más echas de menos?

Primordialmente a mi familia, amigos y la comida. Uno valora mucho más todo, también siento que mi patriotismo es cada vez es más grande.

¿Qué consejos darías a mujeres que buscan salir del país?

Si tienen ese sueño no dejen de cumplirlo, todo comienzo es difícil, sin embargo las cosas se van armando en el camino una vez que uno sale del país. La vida es una y tenemos que aprovechar las oportunidades.

La experiencia de vivir fuera del país es súper enriquecedora en todo sentido: aprendes nuevas culturas, valoras tus raíces e indudablemente influye para bien en tu desarrollo personal y profesional.



En el portal del mundo

VALERIA VARGAS

Valeria Vargas Manfredi estudió turismo y tiene un postgrado en dirección y gestión de alojamientos turísticos por la Universitat Oberta de Catalunya. A sus 25 años Valeria habla 7 idiomas y va por el octavo, el ruso.

“Me dedico al mundo de los hoteles. Hasta hace poco formaba parte de la gestión del front y back office de un 4 estrellas superior en el centro de Barcelona y actualmente estoy empezando un lindo proyecto en un hotel 5 estrellas Gran Lujo en las Ramblas de Barcelona. También me dedico al Yield and Revenue management a nivel corporativo”, cuenta Valeria, una cochabambina que siente pasión por la escritura, razón que la llevó a crear su blog, Vivir sin Planes (www.vivirsinplanes.blogspot.com).

“En él expreso mis pensamientos y reflexiones de este largo viaje, el que hice al salir de casa, pero en realidad hablo de la vida. Me gusta poder ayudar de una manera u otra a personas de 36 países, en los cuales tengo lectores”, dice. “Me muevo por el hecho de saber que alguien que necesite una palabra de aliento pueda encontrar una bocanada de aire fresco, un hilo de luz en mis entradas”, expresa.

¿Por qué decidiste irte?

Nací en la bella Cochabamba. Crecí con mis abuelos maternos en Santa Cruz de la Sierra y en 2005 al egresar del Colegio La Salle, decidí hacer realidad lo que desde hacía años ya tenía en mente: viajar y ser independiente.

¿Por qué Barcelona y qué es lo que más disfrutas de tu ciudad?

Opté por Barcelona porque es la ciudad más linda de España y una de las mejores de Europa. El clima, la gente, la calidad de vida y las universidades fueron críticos al elegir mi ciudad de destino. Cabe resaltar la influencia que tiene España, y sobretodo Barcelona a nivel turístico. Se sostiene del turismo, por tanto para mi profesión, es ideal.

Disfruto mucho de la ciudad en sí por el nivel de vida, la infraestructura, el clima, la comida y la gente, me encantan. Tiene montaña por un lado y el mar en el otro. Es perfecta.

Cuéntanos sobre tus primeros pasos. ¿Fue difícil?

Todos los comienzos desconocidos son difíciles, pero he ahí el valor de lo que viene. Sin duda no me arrepiento. Cuando estás sólo y dependes completamente de ti mismo para vivir, comer y estudiar, es duro, pero aprendes mucho y te forjas carácter, personalidad y un criterio de la vida y las personas.

¿Qué oportunidades encontraste allá (que no hubieras encontrado acá)?

La formación, sin duda Catalunya tiene las mejores universidades a nivel Europeo, y el trabajo, en Bolivia el turismo sigue sin estar desarrollado.

¿Tienes planes de volver?

De momento no. Tengo mucho por aprender aún, por viajar, por conocer. Unas cuantas metas por alcanzar, entre ellas tener mi hotel un día. Además lejos de ser italo-boliviana, me siento una catalana más. He hecho de Barcelona mi hogar… no lo cambio.

¿Qué consejos darías a las mujeres que buscan salir del país?

Que tengan claro su objetivo. Que no pierdan nunca la fe en sí mismas.

Siempre hay una manera para todo, y que no dejen de tener el coraje de vivir sus sueños.

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