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lunes, 2 de junio de 2014

Seis familias bolivianas perdieron la custodia de sus niños en España


“Si (las autoridades) te pescan dejando solo a tu hijo en casa o alguien te denuncia, te lo quitan”, asegura Pura Maldonado, una boliviana que vive en Murcia (España) con el temor de perder la custodia de su pequeño de seis años, una situación que vivieron otros cinco compatriotas durante los primeros meses de 2014.

El Consulado de Bolivia en Murcia tramitó, en lo que va del año, el retorno a Bolivia de cinco menores cuyos padres perdieron la custodia por distintos motivos, entre ellos, la falta de tiempo por sus asuntos laborales, abandono por compromisos sociales o delegación de su responsabilidad a otro menor.

Actualmente, este Consulado espera la confirmación de un sexto caso, una bebé de aproximadamente un año que puede ser entregada a sus abuelos que radican en Cochabamba, en cualquier momento, precisó el vicecónsul de Bolivia en Murcia, Omar Gutiérrez.

Sobre este último trámite de retorno, Gutiérrez confirmó que la oficina consular ya remitió la documentación de la Defensoría de la Niñez, sobre la situación económica, para el pronto traslado de la bebé.

Los primeros cinco menores, que tienen entre ocho meses a nueve años de edad, pasaron de la administración española al cuidado de parientes en Santa Cruz, Bolivia.

El origen de estos casos no ha sido precisado, sin embargo, los motivos tienen que ver con el descuido de los padres, ya sea por sus horas de trabajo, de hasta 15 horas seguidas en almacenes, el campo o trabajos de hostelería, y que se ven obligados a dejar a los más pequeños con hermanos, parientes o allegados que también son menores de edad, o porque abandonaron a los menores para irse de fiesta.

Gutiérrez señaló que el año pasado el Consulado gestionó un número similar de casos provocados por circunstancias parecidas.

"La ley española, como en muchos países, exige el buen cuidado de los menores. A raíz de esto las autoridades españolas determinaron que los padres incumplían los requisitos mínimos y condujo a los menores a centros de acogida y una posible posterior adopción", explicó Gutiérrez.

Pese a que Pura Maldonado vive una situación laboral similar a la de sus compatriotas que perdieron a sus hijos, porque trabaja de lunes a viernes desde las cinco de la mañana hasta las cinco de la tarde, apresura el retorno a su hogar para recoger a su hijo de la escuela y luego ayudarle a hacer sus tareas. Al día siguiente sucede lo mismo.

“Tener al hijo en Bolivia es otro problema, no es igual que ellos estén con su madre”, afirma preocupada.



PROCESO

Según el procedimiento, los niños "rescatados" son conducidos a hogares infantiles de acogida en cada región y localidad de España, luego se notifica al Consulado de Bolivia, el cual, por medio de sus funcionarios, verifica la situación y estado del niño o niña, así como la documentación que le acompaña.

Al mismo tiempo, es la familia la que determina con quién se quedará el menor o los menores y el tiempo que dure el trámite de custodia.

En caso de que los padres no puedan estar con sus hijos de forma permanente, deben iniciar un trámite para que los parientes más cercanos se hagan cargo, ya sea en España o, en su defecto, en Bolivia.

La disponibilidad de estos parientes y la rapidez con la que los servicios sociales realicen los estudios e informes, tanto en Bolivia como en España, es determinante para el tiempo del trámite, algo que en el caso de las autoridades comprometidas con la infancia no se alarga demasiado dado el compromiso existente, explica el vicecónsul boliviano.

Los tutores pueden ser de cualquier nacionalidad siempre que se demuestre su relación con los padres, quienes debido a su situación, a veces tienen parejas de Ecuador, España, Colombia o Paraguay. Lo importante es que sean calificados como "hábiles" por derecho.

Si los padres o responsables no han iniciado el trámite de tutoría, la administración española puede iniciar un trámite de adopción. De igual forma, los padres pueden solicitar al Consulado o Cancillería en Bolivia, el inicio del procedimiento para la nueva tutela, mismo que también se puede llevar a cabo de oficio.

Para Karinet Cuéllar, una madre soltera que vive en Murcia con su pequeña de un año, este panorama la asusta y dice que se arrepiente de haber migrado, pues las supuestas “ayudas” no existen y esto la obliga a trabajar solo los fines de semana (desde 17:00 a 07:30 del día siguiente). “Con eso gano 50 euros que me vienen muy bien”, precisó.

CAUSAS

El vicecónsul en Murcia explicó que los temas sociales son generadores de esta situación, pues las familias que radican en un país ajeno tienen horarios muy apretados, viven en correteos para mantener su fuente de trabajo y en algunos casos incurren en el descuido de sus hijos, dejándolos al cuidado de un menor de edad, cosa que la ley no contempla como legal.

Al salir de España, los niños “decomisados” van acompañados de informes completos, médicos, sociales e incluso de notas escolares. En su viaje son acompañados por un funcionario consular hasta su ciudad correspondiente en Bolivia. Por el momento no se cuenta con datos sobre el número de niños que, tras haber sido remitidos a algún centro en España, regresaron con sus padres al haberse solucionado los motivos para el cese de la tutoría.

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