Wilmer Choque y Verónica Limarí todavía no lograban explicarse cómo lo que empezó como un inocente dolor estomacal en su hijo de 9 meses, finalmente terminó con la muerte del menor y primogénito de ambos, de nacionalidad boliviana.
La pareja dijo que en la urgencia del hospital no habrían atendido al menor, porque les cobraron 30 mil pesos (350 bolivianos) que ellos no tenían.
De un lado a otro sin atención. La versión preliminar dice que la tarde del pasado lunes, y luego de un cuadro diarreico de dos días, el matrimonio trasladó a su hijo desde el kilómetro 28 de Azapa (lugar donde viven) hasta la posta rural de Sobraya, donde el paramédico de turno, al percatarse de que el asunto era grave, les recomendó derivar al pequeño Wilmer hasta el hospital Doctor Juan Noé.
Los padres declararon que el menor nuevamente había sido trasladado hasta la posta rural de Sobraya y luego hasta el centro asistencial de San Miguel, donde ya ingresó sin vida.
Investigación. Eduardo Gutiérrez destacó que "la ley señala que en los servicios de urgencia hospitalarios no se puede negar la atención a niños menores de un año y mujeres embarazadas".
Será la Fiscalía la que deberá aclarar lo pasó realmente.
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