Yésica Uscamayta, una joven boliviana de 26 años, falleció trágicamente en una fiesta clandestina de Año Nuevo en La Plata. Las circunstancias de la muerte consternaron en Argentina, donde los medios de comunicación brindaron una amplia cobertura. La fiesta se realizó en una casa privada y se publicitó con el slogan “Vení y rompé todo”. Los organizadores pusieron a disposición de los jóvenes una piscina donde los jóvenes saltaban y nadaban. Según testigos, empujaron a Yésica a la piscina, aunque ella gritaba que no sabía nadar. Luego, alguien exclamó que había una persona abajo del agua y pidió ayuda para sacarla y darle los primeros auxilios. De acuerdo con el padre de la víctima, Juan Uscamayta, una persona encargada de seguridad golpeó a su hija. “Le pegó una patada a ella y a un joven”, narró.
Cuatro personas fueron imputadas por el delito de homicidio culposo: Carlos Federico Bellone, dueño de la casa en que se hizo la fiesta; el empresario dueño de un boliche, Santiago Piedrabuena; Gastón Haramboure, quien ya cumplió condena por un caso similar; y Raúl Ismael García.
Este último sería allegado al presidente argentino Mauricio Macri, puesto que estuvo presente arriba del escenario en un festejo de su agrupación política. /Erbol.
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