El presidente chileno, Sebastián Piñera, cumple mañana dos años en el cargo en medio de una baja aprobación ciudadana y nuevas protestas sociales que pueden marcar este ejercicio, con elecciones municipales en juego y los comicios presidenciales de 2013 en el horizonte.
Ese escenario choca con el panorama macroeconómico del país, que parece inmune a la crisis internacional, con una tasa de desempleo del 6,6 por ciento y un crecimiento que en enero llegó al 5,5 por ciento.
Según Bernardo Navarrete, politólogo de la Universidad de Santiago, Piñera representa "la paradoja de un Gobierno que tiene una baja aprobación -del 33 por ciento en febrero- a pesar de tener notables indicadores económicos".
Pero esa bonanza económica contrasta con una gran desigualdad social -el 10 por ciento más rico gana 27 veces más que el 10 por ciento más pobre- y un Estado muy centralizado y con poca presencia en sanidad y educación, una realidad que está en la génesis de las protestas más recientes.
"La paz social, uno de los principios básicos del pacto de la transición, está amenazada por la incapacidad del Gobierno para avanzar en soluciones a la desigualdad y la inequidad social", declaró el analista Santiago Escobar.
Najel Klein, directora ejecutiva del Instituto Libertad, de tendencia conservadora, coincide en la magnitud del problema, pero considera que en estos dos años que las desigualdades se han hecho visibles el Gobierno "ha asumido el compromiso" de reducirlas.
El mandatario se topó en 2011 con las sonadas protestas de los estudiantes, alzados en contra del sistema que desde 1981 sostiene la privatización de la educación, y con movilizaciones de algunas zonas periféricas.
Los jóvenes han adelantado que esas movilizaciones continuarán este 2012, que ha empezado con protestas en la región austral de Aysén, cuyos ciudadanos piden medidas para mitigar su aislamiento y critican el centralismo estatal.
WATERS: QUEDÉ EN ESTADO DE SHOCK
El músico británico Roger Waters, que se reunió con el presidente Piñera, el pasado 1 de marzo, afirmó que quedó en "estado de shock" tras conversar con el gobernante sobre el sistema educativo, la política energética y la represión policial en el país.
En una carta abierta difundida ayer por Radio Futuro, el exlíder del grupo Pink Floyd cuestiona las respuestas de Piñera a sus preguntas sobre esos temas.
"Le consulté al señor Piñera acerca de muchos temas, entre ellos el sistema de educación, la política energética y, sobre todo, la forma en que la policía reacciona ante quienes protestan", señala el artista en el texto.
"Sus respuestas, por decir lo menos, fueron sorprendentes", ahonda Waters.
Sobre el sistema educativo, Waters dice que Piñera le aseguró que todos los niños y jóvenes chilenos de entre cinco y 18 años pueden escolarizarse en centros públicos o privados.
"Según el señor Piñera, cada padre en Chile escoge la escuela de su hijo y el Estado vela por todo el sistema", dice Waters, a quien la afirmación de Piñera le "sonaba a utopía".
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