"Tenemos que defender a nuestros países de la apreciación de las monedas y de la avalancha de productos que no encuentran mercado en los países desarrollados y afectan a nuestras industrias", afirmó Rousseff.
El desarrollo debe protegerse. Según las únicas presidentas que tiene hoy la región, Sudamérica ha acumulado en los últimos años un fuerte desarrollo en las áreas social, económica e industrial, que debe ser protegido de un posible agravamiento de la crisis global.
Rousseff aclaró que no se trata solo de lo que pueda generar una posible suspensión de pagos en Estados Unidos, sino de un mundo que se ha sumido en una gran incertidumbre y en el que hay pocas certezas.
No obstante, aseguró que los países sudamericanos, en su proceso de integración, tienen ahora "la oportunidad histórica de aprender de los errores de los otros", entre los que citó a la Unión Europea (UE), en clara alusión a las turbulencias en el bloque comunitario.
Fortalecimiento de la relación bilateral. Las presidentas de Brasil y de Argentina, Dilma Rousseff y Cristina Fernández, defendieron el fortalecimiento de la relación bilateral como el punto de partida para construir una América Latina más vigorosa en lo político y lo económico, al inaugurar ayer la nueva sede de la embajada argentina.
"Tenemos el desafío de construir una región fuerte, un mercado regional fuerte", dijo Fernández en el acto, en el que estuvo arropada por Rousseff y por el expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, y en el que se hicieron numerosas evocaciones del exmandatario Néstor Kirchner, quien falleció el pasado 27 de octubre de 2010.
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