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domingo, 20 de mayo de 2012

JUAN CARLOS Y SOFÍA | HAN CUMPLIDO SUS BODAS DE ORO JUNTO A SUS HIJOS Y NIETOS.

Aunque no hubo fiesta, por lo menos no pública, los Reyes de España, Juan Carlos y Sofía, celebraron 50 años de matrimonio que confirman que los finales felices en los cuentos de hadas sí existen.

Padres de tres hijos, las infantas Elena y Cristina y el príncipe Felipe (sucesor al trono), y abuelos de ocho nietos, los monarcas se han caracterizado por mantener su vida privada lo más alejada posible del escrutinio de sus súbditos, que sin embargo han seguido (y siguen) de cerca, todos los pormenores posibles de la vida de sus reyes. Así fue desde que en 1962, la entonces princesa Sofía se uniera al príncipe Juan Carlos en una boda de ensueño que se realizó en Grecia.



Una boda de princesa

Pese a que en ese entonces no se televisó la ceremonia, hay muchos testigos que recuerdan la celebración como una de las más grandes que vivió la tierra helena. Para los asistentes fue como un verdadero "cuento de hadas". El día de la boda, Atenas se vistió de gala. En la capital de la entonces paupérrima Grecia -donde aún se sentían las consecuencias de la dura ocupación nazi y la subsiguiente guerra civil entre comunistas y monárquicos- el tráfico no era el monumental problema. Centenares de curiosos tomaron las calles para ver pasar a la hija mayor de Pablo I, en una majestuosa y antigua carroza.

Pese a que no había en ese entonces el tráfico que hay ahora, el recorrido del cortejo tampoco fue fácil de organizar. El punto de partida era el Palacio Real, hoy sede de la Presidencia de la República. El problema eran las iglesias. Desde el año anterior, los emisarios del dictador Francisco Franco habían tratado de convencer al Vaticano de que diese su visto bueno al enlace entre un príncipe católico y una princesa ortodoxa.

La Iglesia Griega también quería dar preeminencia a su rito. Finalmente se llegó a un acuerdo que, entre otras cosas, multiplicó por dos el tiempo de la ceremonia. En primer lugar los futuros esposos se dirigieron a la Catedral Católica de San Dionisio, edificada por orden del primer rey de la Grecia independiente, el bávaro y católico Otto, y tras la ceremonia religiosa regresaron al palacio, donde registraron su enlace civil en los libros de las autoridades españolas. Después la ceremonia se repitió, esta vez en la Catedral Metropolitana de Atenas, por el rito ortodoxo, y se volvió a palacio para el registro del matrimonio por la legislación helena. Luego de su boda, Juan Carlos y Sofía navegaron hasta Spetsopula, la isla privada del armador Stavros Niarjos, quien también ofreció a la real pareja su yate Eros. Era el comienzo de una vida de más de 50 años de matrimonio.



Bodas de oro

Pese a que celebraron en grande sus bodas de plata en 1987, las de oro fueron una conmemoración privada, junto a sus familiares cercanos, aunque recibieron felicitaciones del gobierno español y de otros monarcas. La decisión de no organizar una celebración oficial conmemorativa de las bodas de oro fue adoptada por los reyes antes del viaje privado a Botsuana que realizó el monarca después de Semana Santa, en el que a causa de una caída se fracturó la cadera por lo que tuvo que ser sometido a una intervención quirúrgica. La Casa del Rey anunció también que revisa el modo en que informará en el futuro a la opinión pública y a las instituciones sobre las actividades de la Familia Real. Entre las eventuales novedades estarían los criterios sobre qué viajes del rey o de los demás miembros de la Familia Real tienen la consideración de privados y cómo se informa sobre ellos. El pasado 18 de abril, el rey Juan Carlos se disculpó públicamente, en un gesto sin precedentes, por su viaje para participar en una cacería en Botsuana. (EFE y AP).

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