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viernes, 31 de agosto de 2012

Brasil condena a cinco corruptos

La justicia condenó ayer a cinco altos exfuncionarios del Gobierno de Inácio Lula da Silva en el marco del mayor caso de corrupción de la historia de Brasil.
El presidente del Tribunal Supremo de Brasil, Carlos Ayres Britto, emitió el último voto en relación con los primeros cinco de los 37 acusados por corruptelas denunciadas en 2005 y se sumó a la amplia mayoría que los ha declarado culpables.
De ese modo, la corte considera probada la responsabilidad del ex presidente de la Cámara de Diputados, Joao Paulo Cunha, del publicista Marcos Valerio Fernandes y de sus socios Ramón Hollerbach y Cristiano Paz, y del exdirector del estatal Banco do Brasil Henrique Pizzolato en hechos de corrupción que en 2005 enlodaron al Gobierno de Lula da Silva.
El escándalo se refiere a financiación ilegal de campañas, entre ellas la del propio Lula, y a sobornos de diputados, de los que se habría valido el Partido de los Trabajadores (PT) para construir la mayoría parlamentaria que no logró en las urnas en las elecciones de 2002.
Cunha, que en la época presidía la Cámara de Diputados y es actualmente candidato a alcalde por el PT, fue hallado culpable por nueve de los magistrados y otros dos lo exculparon, mientras que la responsabilidad de los otros cuatro reos fue considerada probada por los once miembros de la corte.
Según Ayres Britto, el último de los once jueces en emitir su voto, las pruebas presentadas por la acusación bastan para probar la culpabilidad de los reos en los delitos de corrupción pasiva y activa, malversación y lavado de dinero.
El presidente del Supremo comparó la corrupción actual con lo que sucedía en los tiempos en que Brasil era colonia lusa y la corona portuguesa enviaba a los llamados gobernadores generales.
En su opinión, con muchos políticos ocurre lo mismo que con "los gobernadores generales, que llegaban pobres a las colonias ricas y volvían ricos de las colonias pobres".
Al igual que los otros diez jueces, Ayres Britto halló inocente al extitular de la cartera de Información Luiz Gushiken, que fue acusado de malversación y es uno de los tres exministros de Lula que figura entre los 37 reos.

Mano dura

- Rousseff exige. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, reclamó a la justicia acelerar el proceso por el caso de corrupción más grande de la historia y llegar hasta las últimas consecuencias para reparar el daño ocasionado al Estado.

- Agenda económica. Sobre la agenda económica, Dilma Rousseff advirtió de que no acepta reducir la protección ambiental tal como lo reclaman los terratenientes, después de que una comisión del Congreso aprobó modificaciones al Código Forestal que define la protección de los bosques frente a la agricultura.

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