Tarija Economía.- A pesar de la nueva política migratoria del gobierno de Mauricio Macri, los residentes bolivianos en el Norte de la Argentina, principalmente las provincias de Jujuy y Salta, desarrollan su rutina laboral y comercial sin pausa y de manera normal.
El ingreso de compatriotas al vecino país por el paso fronterizo Bermejo – Aguas Blancas también es normal y no existen restricciones.
Inclusive persiste la internación ilegal de ropa, zapatillas y otras prendas por los “gomones”, que son lanchas construidas a base de neumáticos, en medio del escaso control en territorio argentino por parte de Gendarmería y la Policía Nacional en el lado boliviano.
Después son internados por un camino donde se descargan y está antes del Puesto de Control 28 de Gendarmería Nacional de Orán en la ruta nacional 50 del vecino país.
Ciudadanos de uno y otro país también cruzan por pasos ilegales, sin haberse registrado su salida o ingreso por el Control Integrado que funciona en Aguas Blancas.
La directora distrital de Migración, Lourdes Aldana, confirmó que el control migratorio en los pasos fronterizos de Bermejo – Aguas Blancas y Yacuiba – Salvador Mazza es absolutamente normal.
“Seguimos trabajando con las mismas normas e instructivos. No se aumentó ningún requisito para los bolivianos ni los argentinos y más bien tratamos como funcionarios de dos Estados de cumplir a cabalidad y dentro de las normas de respeto y reciprocidad”, expresó Aldana.
A la fecha no se reportaron deportaciones de ciudadanos bolivianos con antecedentes en narcotráfico, trata de personas y otros delitos en el marco de la nueva política migratoria que puso en vigencia del gobierno de Mauricio Macri desde el 31 de enero pasado.
El embajador de Argentina en Bolivia, Normando Àlvarez, pidió bajar la tensión por el tema migratorio porque ambos países seguirán viviendo a la par de fronteras que permanentemente estén abiertas.
Álvarez, quien es oriundo de Jujuy, añadió que el boliviano ayudó al crecimiento de su país durante mucho tiempo.
El tarijeño Desiderio Flores vive desde sus 12 años en la Argentina y se dedica a la producción de tabaco. Este reafirmó que los bolivianos aportan con su trabajo, a tal punto que mejoraron sus condiciones de vida, para permitir que sus hijos nacidos en ese país se profesionalicen y que algunos generen sus propias empresas.
Similar criterio tiene Raquel Arroyo, una argentina con sangre boliviana porque sus padres oriundos de Tarija, al decir que en base al esfuerzo familiar lograron salir adelante.
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