El director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, espera en la cárcel de Rikers Island de Nueva York que un jurado popular resuelva si lo inculpa de intento de violación y agresión sexual a una empleada de hotel, que sufre un “trauma extraordinario” según su abogado.
Un “gran jurado” integrado por 23 personas debe reunirse “en un plazo de tres días” secretamente y en ausencia de un juez luego de la audiencia celebrada el lunes en el Tribunal en lo Penal de Nueva York para ser informado de las pruebas de la Fiscalía y tomar una decisión.
Terminada la audiencia en la que el abogado del número 1 del FMI pedía libertad bajo fianza, ofreciendo un millón de dólares y que viviría en la casa de su hija, Strauss-Khan no pronunció palabra, y que la jueza se lo negó porque podría huir a su Francia natal y estaría lejos de la justicia norteamericana. El sindicado de delitos sexuales fue trasladado a la penitenciaría de Rikers Island.
Esta cárcel norteamericana es famosa por albergar a 14.000 presos condenados o en vías de serlo, allí el preso fue encerrado en una celda individual de tres metros y medio por cuatro. Un portavoz de la penitenciaría anunció que Strauss-Kahn estará aislado de los otros reos por su condición de persona famosa. El próximo viernes se tendrá otra audiencia que definirá su próximo paradero.
El FMI, en la tormenta
Después de mucho esperar, el FMI dio una posición oficial respecto a lo que está sucediendo con su director gerente, a través de un escueto comunicado que señala que conforme al cargo que ocupa Dominique Strauss-Kahn, la inmunidad es muy pequeña y además no se aplica en este tipo de casos.
En lenguaje diplomático, esta declaración implica una presión para la renuncia definitiva de su director gerente. Por otro lado, desde Europa, la ministra austriaca de Finanzas pidió abiertamente la renuncia del francés debido a que perjudica la imagen del FMI, ya resentida desde hace unos años. La ministra española Elena Salgado ha declarado que las acusaciones son graves y que ella personalmente piensa más en la víctima que en él. Contrariamente, muchos líderes europeos sintieron compasión al verlo barbado y esposado, como el caso del premier luxemburgués.
Miembros de la justicia francesa y políticos galos alzaron el grito al cielo al ver a su ciudadano esposado ante el tribunal, ese tipo de imágenes son prohibidas de divulgar en Francia por la presunción de inocencia.
Para los magistrados franceses estas imágenes fueron en extremo violentas y las calificaron de brutales, en ningún momento opinaron sobre el crimen cometido contra lo que para ellos sería la supuesta víctima.
Otra preocupación de las imágenes es que éstas provocan en los medios de comunicación una condena adelantada por parte de los medios.
Los hechos
Detención. El sábado es detenido en un avión que estaba a punto de despegar por intento de violación, acto sexual delictivo y retención ilegal. Es trasladado a una comisaría de Harlem.
Prisión. El lunes una jueza le niega la libertad bajo fianza por peligro de fuga, es trasladado a la penitenciaría de Rikers Island de Nueva York.
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