En busca del efecto “caipirinha” en la república del mojito, la visita de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, a Cuba estará acompañada por el desembolso de un crédito para la agricultura cubana y el avance en la construcción del puerto de Mariel, financiado por el Estado brasileño.
La agenda de la visita de la mandataria -que comienza hoy-, que se reunirá con el presidente Raúl Castro, tendrá su foco en lo económico. Tampoco se descarta una reunión con el líder de la revolución cubana, Fidel Castro.
Organizaciones opositoras cubanas reclaman a Rousseff -ex guerrillera de izquierdas, víctima de la tortura y la prisión en la dictadura brasileña- hablar sobre derechos humanos en la isla.
Al respecto, el canciller Antonio Patriota dijo al periódico Folha de Sao Paulo: “La situación de los derechos humanos en Cuba no es una emergencia”.
Patriota, quien estuvo en La Habana preparando la visita, reiteró la posición del Gobierno brasileño: “Resultados positivos en derechos humanos no aparecen necesariamente por la exposición pública”.
Detrás de Venezuela, China, Canadá y España, Brasil es el quinto socio comercial de Cuba. Durante el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), la corriente de comercio se multiplicó por cinco.
En 2011, el primer año de Rousseff, el comercio creció un 31% respecto a 2010, en el orden de los 642 millones de dólares.
En el ámbito de las relaciones entre Brasil y Cuba se destaca el apoyo a la ampliación del Puerto de Mariel, ejecutado por una empresa brasileña (Odebrecht).
La ampliación del puerto es un proyecto estratégico para el aumento del intercambio comercial. “Cerca del 80% del presupuesto para la ampliación es financiado por Brasil, por un valor total de 683 millones de dólares”, informó la Cancillería brasileña en un comunicado.
Brasil y Cuba
CréditoEn la reunión bilateral de los presidentes está previsto el anuncio de la concesión de un crédito brasileño de 70 millones de dólares para auxiliar a la agricultura familiar en Cuba y para comprar maquinaria agrícola e insumos.
Cooperación La estatal Empresa Brasileña de Pesquisa Agropecuaria (Embrapa) abrió una sede en La Habana, donde colabora con el desarrollo de la soya para suelos tropicales. Uno de los modelos que se desea seguir es la sociedad entre la tabacalera Souza Cruz y Tabacuba, que formaron Brascuba.
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