Buscar

lunes, 12 de noviembre de 2012

Los retos que debe enfrentar Obama en los próximos 4 años

La reelección del demócrata Barack Obama por otros cuatro años como presidente de EEUU puede interpretarse como una ratificación de su Gobierno, pero significa también un voto de confianza del pueblo que el camino trazado por el mandatario llevará a la recuperación económica.

El propio Obama reconoció que, a pesar de los avances, "no hemos llegado todavía a la meta”. Tendrá que cumplir sus promesas inconclusas si desea que su presidencia sea tan histórica como el día en que fue electo el primer presidente negro de EEUU.

Empleo

Obama tiene lo que llama el "anteproyecto para EEUU", que contempla la inversión en varios sectores para la creación de empleo. Uno de ellos es la infraestructura, con un programa de renovación de carreteras, puentes, aeropuertos y escuelas.

En el sector industrial promete crear un millón de puestos a través de una nueva red de institutos de manufactura innovadora y 100.000 empleos para maestros de matemática y ciencias.

Tara McGiness, analista del “Center for American Progress”, un instituto de investigación de izquierda con sede en Washington, indicó que el Presidente no sólo habla de recuperación, sino de un plan de prosperidad de largo plazo.

"El desarrollo de energías limpias, la consolidación de la fuerza laboral, el énfasis en la educación y la reconstrucción de la infraestructura son las cuatro piezas clave de ese plan a largo plazo", dijo McGiness a BBC Mundo.

Congreso e impuestos

Obama va a tener que lidiar una vez más con una Cámara de Representantes dominada por republicanos, pero no se podrá dar el lujo de tener un enfrentamiento ideológico como el que ocurrió en julio de 2011 y que casi paraliza al país.

Prioritario en su lista de quehaceres está reformar el anticuado código impositivo. El plan del Presidente de aumentar la contribución al fisco de los que ganan más de 250.000 dólares al año y cerrar las brechas legales de los tributos a las grandes corporaciones, mientras baja los impuestos de la clase media está diseñado para generar ingresos que ayuden a reducir el déficit.

Política exterior

Obama buscará un retiro razonable, suave y absoluto de los conflictos en Irak y Afganistán. Con el retiro de las tropas, los recortes ya fijados para el presupuesto de defensa quedarán reafirmados.

Sin embargo, la geografía es la que dicta la agenda en política exterior y esto significa que depende de lo que suceda en Medio Oriente, con Irán y el segundo año de la Primavera Árabe.

Se podría pensar que Obama estará mirando hacia el este y el sur, concentrándose en intereses económicos comunes en estas dos regiones.

Michael Shifter, analista de la organización Diálogo Interamericano en Washington, le comentó a la BBC que puede haber una relación mucho más dinámica y de confianza con Latinoamérica si hay avances en varios temas particulares.

Otro tema importante es Cuba, pues parece posible que se haya llegado a un momento coyuntural en términos de la relación con el Gobierno de la isla. Ya se ha visto un cambio en esa dirección con respecto a un relajamiento en las restricciones de viajes.

Después de 11 presidentes estadounidenses, sin voluntad o incapaces de acercarse a la isla, que Obama iniciase ese proceso sería definitivamente histórico.

Salud para todos

Con la promulgación del Acta de Salud Asequible (ACA, por sus siglas en inglés) -en la que invirtió gran capital político- Obama aseguró los fundamentos de sus programas de asistencia social.

Pero aunque ya es ley, el Presidente tendrá que decidir qué va a pasar con ACA y cómo se aplicarán las ideas fundamentales del acta.

En otras palabras, debe implementar el sistema al tiempo que busca más medidas para contener el costo de la atención de la salud.

Teniendo en cuenta que ya hay provisiones del acta en vigencia en cuestiones como los cuidados preventivos y que se ha logrado frenar la influencia de las aseguradoras, Obama tendrá que ser más agresivo incentivando una reforma a la manera como se cobran los servicios de salud. El Acta de Salud Asequible fue, sin duda, uno de los factores de la victoria de Obama entre los amplios sectores que cobija con el plan. Pero otra variable, que empezará a cobrar notoriedad a medida que se completen los análisis de las elecciones, es el apoyo que obtuvo de la comunidad latina, un grupo que espera acción inmediata del presidente.



Comunidad latina y reforma migratoria

La reforma migratoria, una promesa pendiente de su primer mandato, será un asunto ineludible esta vez.

Aunque toda legislación necesita la aprobación del Congreso -y mucho depende de cómo reaccionen los republicanos- esta medida para modernizar la manera como llegan inmigrantes y trabajadores a Estados Unidos, y para normalizar el estatus de 11 millones de indocumentados estará al tope de la agenda del segundo Gobierno de Obama.

No es posible pensarlo de otra manera, sería un desprestigio muy grande para el Presidente y para el Partido Demócrata -que goza del tradicional apoyo de los hispanos- si no pone manos a la obra.

Para la promulgación de esa ley de reforma se necesita bipartidismo. Tara McGuiness argumenta que la presión no estará tanto sobre Obama para hacerla realidad, sino sobre los republicanos.

"Mitt Romney habrá perdido por un margen tan amplio el voto hispano por sus posturas agresivas contra la comunidad que los republicanos tendrán que hacer algo positivo para recuperar el favor de este grupo demográfico", expresó.

Eso no libera al Mandatario, sin embargo, de tener que poner todo su esfuerzo para impulsar la ley en el Congreso.



EL CONGRESO SEGUIRÁ DIVIDIDO

El Capitolio se quedó como antes, dividido. Los demócratas mantuvieron el control del Senado y los republicanos se quedaron con la mayoría en la Cámara de Representantes. Pero hubo algunas sorpresas, y algunos mensajes del electorado. Los votantes enviaron al Capitolio a la nueva gran dama de la izquierda norteamericana y a la primera senadora abiertamente lesbiana, y rechazaron a dos candidatos republicanos auspiciados por el “Tea Party”, que habían hecho polémicas declaraciones sobre el aborto y las violaciones.

Después de una amarga derrota en 2010, los demócratas consiguieron expulsar del Senado a Scott Brown, un republicano que llegó auspiciado por el “Tea Party” y que se moderó como legislador federal. Nada pudo hacer Brown contra Elizabeth Warren, una estrella en ascenso en el Partido Demócrata, crítica feroz de los excesos del sector bancario y financiero, que tuvo un lugar especial en la Convención Demócrata, hablando justo antes de Bill Clinton.

Tammy Baldwin, demócrata de Wisconsin, hizo historia también. Ganó un escaño en el Senado sin tener que ocultar su lesbianismo durante su campaña.

En total, los demócratas ganaron al menos un escaño en el Senado respecto a la composición que había antes de las elecciones. En total, se renovaron 33 asientos en esa cámara.

En las urnas cayeron derrotados dos candidatos republicanos que hicieron estridentes declaraciones sobre el derecho al aborto y sobre los embarazos no deseados. Todd Akin había llegado a liderar las encuestas en Misuri. Sin embargo, en agosto dijo que creía que existe un tipo de “violación legítima” ante la que “el cuerpo de la mujer tiene mecanismos para cerrarse del todo”.

En Indiana, Richard Mourdock, que recibió el apoyo de Romney, dijo recientemente que los embarazos fruto de las violaciones son “un deseo de Dios”. Ambos perdieron estrepitosamente, facilitando el discreto avance de los demócratas en el Senado.

Hace dos años, en las elecciones legislativas, los demócratas perdieron la mayoría en la Cámara de Representantes y se aferraron al Senado a duras penas, después del gran ascenso del “Tea Party”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario