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martes, 1 de marzo de 2011

Juicio contra militares revive horror de dictadura argentina

El histórico juicio contra el ex dictador argentino Jorge Videla y otros ex jerarcas militares, acusados de un plan sistemático de robo y cambio de identidad de unos 500 bebés, hijos de desaparecidos, ha permitido conocer el drama de cientos de mujeres privadas de sus hijos.

Videla, de 85 años, llegó al Tribunal esposado y fue sentado en el banquillo junto al último presidente de la dictadura (1976-1983), el ex general Reynaldo Bignone, en un juicio oral contra un total de ocho reos, entre ellos dos ex almirantes, Antonio Vañek y Rubén Franco.

“Fuimos un botín de guerra del régimen”, dijo a la AFP en la puerta del tribunal uno de los testigos y víctimas, Leonardo Fossati (33 años), uno de los 102 nietos que recuperaron la identidad merced a la labor de la organización humanitaria

“La maternidad”

“Las desaparecidas daban a luz encapuchadas: no podían ver el rostro de sus hijos”, dijo Carlos Muñoz, un sobreviviente del campo de exterminio de la Escuela de Mecánica de la Armada, la temida ESMA.

Muñoz, de 53 años, y Víctor Basterra, de 66, otro ex desaparecido, abrieron a AFP la puerta del casino de oficiales de la Escuela de Mecánica de la Armada como responsables del Museo de la Memoria, el mismo acceso por donde entraron encapuchados hace unos 35 años para ser torturados hasta límites intolerables.

La maternidad estaba en el piso superior del casino de oficiales, atravesado por una ‘avenida de la felicidad’, que los verdugos bautizaron con cinismo porque conducía a la sala de torturas.

“En una de las piecitas, en ‘Capucha’, estaba la sala de las embarazadas. Daban a luz encapuchadas y engrilladas. En la mayoría de los casos no les conocieron el rostro a sus hijos”, dijo Carlos Muñoz, quien oficia de guía junto a Basterra por el emblemático centro de la muerte, por donde pasaron 5.000 prisioneros de los que apenas un centenar sobrevivió y hoy puede contar el régimen de terror que padecieron durante el “Proceso”, la dictadura militar argentina.

“Horror en Capucha”

“Capucha” era una de las salas donde los detenidos desaparecidos permanecían esposados y con los ojos vendados sin poder moverse, a riesgo de ser sometidos a sesiones adicionales de tortura “sistemática”.

“A mi esposa la secuestraron con mi hija de dos meses. Cuatro horas más tarde me trajeron a mí. Uno de los represores prohibió que la identificaran por su nombre. La niña y su madre fueron liberadas cuatro días después de ser secuestradas, al igual que la hija y la esposa de Muñoz, pero otros 500 niños fueron robados en la dictadura.

Tráfico de bebés
# Abuelas La asociación Madres y Abuelas de Plaza de Mayo se trazó el objetivo de buscar a los bebés hijos de desaparecidos. Hallaron a un centenar.


# Desaparecidos La dictadura argentina dejó 30.000 personas desaparecidas entre 1976 y 1983.


# Antecedente La Audiencia Nacional española recibió en enero al menos 200 denuncias de personas en busca de una identidad. La mayoría de ellos fueron entregados a una familia “X” durante el franquismo previo pago de una suma de dinero.

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