Los pobladores de la ciudad de Arequipa, a 1.025 kilómetros al sur de Lima, rechazaron a pedradas la presencia del expresidente y candidato reeleccionista peruano Alejandro Toledo, quien salió ileso.
El vehículo en el que se desplazaba por las calles de Arequipa en recorrido proselitista para las elecciones sufrió la rotura de cristales y otros daños, pero no hubo lesionados.
Testigos dijeron que los manifestantes lanzaban consignas de repudio a Toledo, recordando que durante su gobierno (2001-2006) ordenó reprimir protestas populares contra la empresa de electricidad de Arequipa, con un saldo de un muerto.
Por otra parte, el presidente de Perú, Alan García, asumió ayer un compromiso de distribución de computadoras portátiles para fin de año, cuando su Gobierno de cinco años ya habrá terminado. Conocido por lanzar promesas y metas con frecuencia, el mandatario hizo el citado ofrecimiento en una ceremonia de entrega de la computadora básica número 500 mil entregada a alumnos de escuelas estatales.
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