François Hollande era visto como un político blando e inexperto, pero se mostró constante y supo ganar credibilidad, capitalizando el rechazo al presidente Nicolás Sarkozy. Dijo que los resultados mostraron que “yo soy el mejor situado para ser el próximo presidente” y que fueron una “sanción” a Sarkozy.
“El cambio está ya en marcha y nada lo detendrá”, añadió proponiendo “reorientar a Europa por el camino del crecimiento y el empleo”. Prometió en la campaña que si es elegido renegociará el tratado de austeridad fiscal aprobado con la UE en marzo.
Durante la campaña reconoció que la adhesión de los franceses a su candidatura “vino progresivamente”. Él encarna una alternativa a Sarkozy y la esperanza para la izquierda de volver al poder, por primera vez en 20 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario