Una delegación del Parlamento Europeo (PE) se reunió ayer, por separado, con el presidente paraguayo, Federico Franco, y su antecesor, el destituido Fernando Lugo, para escuchar sus versiones sobre el relevo de poder acaecido en Paraguay, que ha supuesto el aislamiento regional del país.
Encabezada por el español Luis Yáñez-Barnuevo y compuesta por otros eurodiputados españoles, de Francia, Polonia y Alemania, la delegación emprendió su misión "informativa" con una reunión con Franco y su canciller, José Félix Fernández Estigarribia, en el Palacio de Gobierno, en Asunción.
En declaraciones a la prensa, Estigarribia observó que los parlamentarios fueron "muy prudentes", dijeron que era sólo “una visita de información y "no se refirieron, de ninguna manera" a la posibilidad de que la Unión Europea (UE) suspenda su cooperación con Paraguay.
Seguidamente, la misión europea acudió a la sede de "Paraguay resiste", como se llama la plataforma que apoya al exmandatario Lugo, para sostener una reunión con él y sus colaboradores.
El senador Carlos Filizzola, exministro del Interior de Lugo, dijo a los periodistas que habían reivindicado ante los enviados del Parlamento Europeo su "derecho a restaurar el orden democrático en Paraguay".
Filizzola reiteró que el "juicio político" violó el debido proceso garantizado por la Constitución paraguaya, pues se desarrolló en apenas 17 horas y con un pliego acusatorio "basado en recortes periodísticos", sin pruebas.
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