En las repúblicas de Chile y de Paraguay se presentaron problemas en los censos de población y vivienda realizados el año pasado.
En Bolivia, el Instituto Nacional de Estadística (INE) también reconoció problemas en el conteo manual; sin embargo, el presidente Evo Morales aseguró que no hubo ninguna manipulación de datos, pese a la diferencia de 362.659 habitantes entre los datos preliminares presentados en enero y los resultados finales divulgados en julio. Hay emergencia en seis departamentos que fueron afectados por la variación de los datos del censo 2012.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, pidió “perdón” ayer por los errores que se cometieron en la realización del censo 2012. “Efectivamente, se cometieron errores en la planificación y en la ejecución del censo 2012 y quiero pedir humildemente perdón a todos los chilenos por esos errores”, dijo el Mandatario.
La mayor observación al censo es que el 9,3% de la población fue omitido del proceso, por lo que una comisión de expertos sugirió repetir el empadronamiento. El Gobierno analiza dos opciones para superar los problemas, censar a las familias que faltan o llevar adelante un nuevo padrón.
A diferencia de otros empadronamientos, en ese país el de 2012 se realizó en más de tres meses y no en un solo día, como era costumbre, y además en un día que era declarado como festivo.
Los hechos derivaron incluso en la petición de renuncia que hizo Piñera al director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Francisco Labbé.
En Paraguay, el año pasado también se hizo un censo de población, aunque las denuncias sostienen que sólo alcanzó al 78% y no a la totalidad de ciudadanos de esa república.
“El censo 2012 no se pudo terminar hasta ahora (junio 2013) por falta de recursos, hemos llegado sólo al 78% de cobertura de la población. Quedamos en stand by porque el Ministerio de Hacienda ya no dispone de dinero para continuar”, afirmó Fabián Martí, de la Dirección de Estadísticas, Encuestas y Censos, a Radio UNO de ese país.
En ambos casos se identifican problemas similares en la etapa precensal con los encuestadores, en la logística, o, en el caso de Chile, una presunta manipulación de los datos recogidos.
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