Italia hace frente a un punto muerto político conforme el ajustado margen de las elecciones generales que indica que no habrá un claro ganador ni un Parlamento con una mayoría clara de ningún partido.
Con más del 90% de los votos escrutados, la coalición de centroizquierda aparentemente se alzó con una estrecha victoria en la Cámara Baja.
Pero la coalición de derecha, liderada por el exprimer ministro Silvio Berlusconi, puede recuperar el control del Senado.
Un movimiento de protesta populista, liderado por el comediante Beppe Grillo, que se aseguró más del 20% de los votos en ambas cámaras, rechazó negociar con ninguno de los grandes bloques.
El líder del bloque de centroizquierda, Pier Luigi Bersani, calificó la situación de muy delicada.
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