Los manifestantes quemaron automóviles y se parapetaron tras las barricadas en una céntrica plaza cairota para exigir la renuncia del ministro de Defensa luego de que desplegara a las tropas durante la noche para dispersar una manifestación, en la que murió uno de los participantes y quedaron heridos 71.
Centenares de soldados cargaron contra los manifestantes con bastones y efectuaron disparos al aire antes del amanecer en la céntrica Plaza Tahrir de El Cairo, indicio de las crecientes tensiones entre los militares que mandan en Egipto y los manifestantes.
Detrás de alambre de espino y provistos de palos y otras armas rústicas, los manifestantes prometieron que no se irían hasta que dimita el ministro de Defensa, el jefe de estado titular.
Los soldados entraron en la plaza hacia las 3 de la madrugada y cargaron contra el campamento de carpas levantado en el centro, donde los manifestantes habían formado un cordón humano a fin de proteger a varios oficiales del ejército que se habían unido a los que protestaban pese a las órdenes de sus superiores.
Alí Mustafá, un mecánico de automóviles que guardaba la carpa de los "soldados libres", dijo que vio cómo uno de miembros del ejército hería a uno de los oficiales con una bayoneta, y señaló una zona del pavimento manchada de sangre bajo un montón de basura y restos de comida.
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