La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, inicia hoy una visita oficial de una semana a China, principal socio comercial brasileño desde 2009, adonde además participará en una cumbre del bloque de países emergentes BRIC.
El objetivo de la misión está centrado en subir el nivel de comercio: el 80% de lo que Brasil exporta son materias primas como soja y hierro y la misma cantidad es la que importa de China, aunque en productos manufacturados.
“Queremos salir de una relación apenas de compra y venta en el mostrador con China para convertirnos en un país que llega allí y se reúne directamente con los gerentes”, graficó el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel.
Mañana, la presidenta Rousseff se reunirá con su colega Hu Jintao, con quien firmará acuerdos bilaterales, los más importantes las alianzas entre Eletrbras y Satete Grid para desarrollar líneas de transmisión de energía y otro entre Petrobras y Sinopec sobre prospección e investigación geológica.
La Presidenta también buscará anunciar la apertura del mercado chino para la industria porcina brasileña y promover la instalación de fábricas chinas en Brasil.
Rousseff visita China acompañada de 250 empresarios agrupados en la Confederación Nacional de la Industria (CNI), que reclama límites para las importaciones chinas y propone la devaluación del real para ganar competitividad. En 2009, China desplazó a EEUU como principal socio comercial de Brasil.
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