Más de 200 policías y manifestantes resultaron heridos ayer en las protestas contra el túnel del ferrocarril de alta velocidad que uniría Italia y Francia.
Unas 6.000 personas se unieron a las marchas inicialmente pacíficas en el valle de Susa, cerca de Turín, según la Policía, manifestando en contra de la construcción de un túnel que según dicen dañaría el medioambiente y arruinaría el pintoresco valle alpino.
Pero comenzaron las disputas en varios puntos de los límites de la zona de construcción. Los manifestantes lanzaron piedras y petardos, y la Policía respondió con gases lacrimógenos.
La Policía arrestó al menos a cinco personas.
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