Las barbacoas, los empujones para lograr la mejor vista de los fuegos artificiales y las palabras patrióticas hacia los militares marcaron ayer, como cada 4 de julio, la celebración del Día de la Independencia de Estados Unidos.
El presidente Barack Obama celebró el 235 cumpleaños del país con una barbacoa y un concierto en la Casa Blanca, en compañía de un grupo de héroes militares y a sus familias.
Con vestimenta informal y al lado de su esposa, el mandatario pronunció unas palabras en honor de los miembros de distintas divisiones del Ejército.
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