El Estado de México, el más poblado y rico del país, celebró ayer elecciones para gobernador en las que el PRI mantendría su hegemonía, dando un espaldarazo a quien ocupa el cargo y es favorito para suceder al presidente Felipe Calderón en 2012.
Otros dos estados, Coahuila -fronterizo con Estados Unidos- y Nayarit -sobre la costa Pacífico-, ambos golpeados por la violencia del narcotráfico, celebraron también votaciones para gobernador y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el mayor de la oposición, era igualmente favorito.
El candidato priísta en el Estado de México, Eruviel Ávila, un exalcalde del populoso municipio de Ecatepec, ganaría los comicios con una amplia ventaja y sucedería al mandatario estatal, Enrique Peña Nieto, quien aparece en todas las encuestas como el puntero para ser el próximo presidente.
Los comicios en el estado, gobernado por el PRI desde hace más de 80 años, son vistos como test de popularidad para Peña Nieto. /Reuters
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