El cine rojo inunda las pantallas chinas. La máquina de la propaganda cinematográfica ha producido una nueva película para ensalzar los logros del Partido Comunista Chino (PCCh) y la figura de Mao Zedong, con ocasión del 90 aniversario de la fundación del partido, que Pekín celebra hoy.
Los censores también han aportado su grano de arena para garantizar el éxito. Han sido prohibidas las críticas negativas en los periódicos y al menos en webs de ocio —Douban.com y Mtime.com— han bloqueado la posibilidad de valorar la película y han retirado el sistema de calificación con estrellas, que, sin embargo, sigue activo para otros filmes.
La fundación de un partido —llamada El inicio del gran renacer para su distribución internacional— se proyecta en la mayoría de las 6.000 pantallas del país, en un intento de glorificar la trayectoria del PCCh e insuflar ardor patriótico a una juventud nacida cuando el fundador de la República Popular China ya había dejado este mundo (1976), y más interesada en Lady Gaga, y en los videojuegos que en la política.
Codirigida por Han Sanping, presidente del todopoderoso estudio de propiedad estatal China Film Group, y Huang Jianxin, narra los acontecimientos registrados entre la caída de la última dinastía imperial —Qing— en 1911 y la celebración del primer congreso del PCCh en julio de 1921.
Huang asegura que está dedicada a los mártires de la revolución y dice que espera que ayude a recordar sus sacrificios a las generaciones jóvenes.
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