Las fuerzas del líder Moamar Gadafi bombardearon el miércoles una ciudad rebelde y una ruta de suministro clave, parte de una campaña para aplastar a la resistencia obstinada en las montañas del oeste de Libia, mientras Francia dijo que la intervención militar internacional en el país debe terminar lo antes posible.
El ministro francés del Exterior, Alain Juppe, agregó que la campaña de bombardeos internacionales en Libia no tiene el objetivo de matar a Gadafi.
Juppe habló después de que un ataque aéreo de la OTAN el fin de semana destruyó la mayor parte del complejo de la familia de Gadafi, lo que provocó acusaciones de Libia de que la alianza está tratando de asesinar a su presidente.
A Gadafi no se le ha visto en público desde el ataque del sábado, que según funcionarios libios mató a uno de sus hijos y a tres de sus nietos. Gadafi estaba en el complejo, pero logró sobrevivir, dijeron funcionarios libios sin ofrecer detalles.
Al ser preguntado sobre la suerte que corrió el líder libio durante el ataque, el director de la CIA Leon Panetta dijo el martes a la cadena de televisión NBC: "De acuerdo con los mejores datos de inteligencia que tenemos, sigue vivo".
El viceministro del Exterior de Libia, Jaled Kaim, aseguró que Gadafi se reunió el martes con líderes tribales. Gadafi, que ha gobernado a Libia durante 42 años, ha sido visto esporádicamente en público desde que comenzó un levantamiento armado en su contra en febrero.
En una conferencia de prensa la noche del martes, Kaim también confirmó que el régimen de Gadafi está tratando de bloquear el acceso por mar a la sitiada ciudad portuaria de Misrata, que es la cabeza de puente de los rebeldes en el oeste libio, el cual sigue estando bajo control de Gadafi en gran medida.
"El puerto de Misrata está cerrado y todo barco o buque extranjero será el blanco de las fuerzas armadas libias", dijo Kaim cuando se le preguntó acerca de los intentos realizados por el régimen el viernes de colocar minas a lo largo de la ruta de acceso a Misrata.
Dos de las minas fueron destruidas, pero una tercera se alejó flotando, y los buques de la OTAN la han estado buscando.
Las fuerzas leales al régimen dispararon unos 40 cohetes la noche del martes y la madrugada del miércoles contra la ciudad de Zintan, en la región montañosa donde vive la comunidad étnica bereber de Libia, dijo Jaled Aburaqiqa, un portavoz de la comunidad.
No hubo heridos por el bombardeo, pero seis personas de Zintan murieron en combates el lunes y el martes, dijo. Agregó que cerca de 100 personas han muerto en Zintan, una ciudad de unos 45.000 residentes, desde que se levantó contra Gadafi en el inicio de la revuelta.
La Organización Internacional para las Migraciones informó el miércoles que un barco de ayuda recibió permiso para atracar en el puerto de Misrata luego de días de espera. La nave Red Start One fue guiada a puerto el miércoles por la mañana por un remolcador para evitar posibles minas marinas, dijo Jumbe Omari Jumbe, vocero de la OIM.
Misrata, una ciudad de 300.000 habitantes, ha estado bajo asedio de las fuerzas de Gadafi desde hace más de dos meses.
Jumbe dijo que el navío traslada provisiones básicas y deberá servir como vehículo para evacuar a unos 1.000 migrantes y civiles heridos fuera de la localidad.
Dos civiles heridos de gravedad murieron a principios de esta semana mientras que la embarcación de esta organización esperaba permiso de la OTAN y de las autoridades libias para atracar en el puerto de Misrata.
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