El Ministerio Público Federal (MPF) brasileño abrirá una investigación sobre el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y su presunta vinculación con la asociación ilícita que perpetró el escándalo Mensalao, que dio lugar a un gran juicio en el Tribunal Supremo Federal, publicó ayer un diario local.
El ex mandatario, que el mes pasado rechazó las acusaciones en su contra, ahora no se pronunció sobre la eventual iniciativa del fiscal en Brasilia.
El titular del MPF, fiscal Roberto Gurgel, resolvió iniciar una investigación sobre la participación de Lula da Silva en el Mensalao, una red de sobornos a parlamentarios y el desvío de dinero público urdida por sus asesores y miembros del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), en el Gobierno, publicó en su primera página el diario Estado de Sao Paulo.
La implicación de Lula
Según ese matutino, Gurgel decidió realizar averiguaciones sobre Lula da Silva basándose en la confesión del empresario Marcos Valerio, condenado a 40 años de prisión el mes pasado como uno de los financiadores de la trama de ilícitos perpetrados en el marco del Mensalao.
Valerio declaró ante el Ministerio Público que Lula, quien no fue procesado en la causa, recibió dinero ilícito que utilizó para pagar cuentas personales, y que autorizó a sus hombres de confianza en el Gobierno para que realicen operaciones fraudulentas con bancos a fin de obtener fondos para aparentes sobornos y costeo financiero de campañas electorales para el PT.
En el caso Mensalao el MPF presentó denuncias ante el Tribunal Supremo Federal contra 38 ex funcionarios, dirigentes socialistas y empresarios, pero excluyó a Lula por carecer de evidencias o pruebas en su contra.
Pero la situación legal de Lula podría cambiar a partir de lo declarado ante la Fiscalía por el empresario y publicista Marcos Valerio, quien según trascendió también habría aportado algunos documentos, aunque no se sabe si éstos configuran pruebas definitivamente relevantes.
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