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jueves, 3 de enero de 2013

EEUU evita abismo fiscal, pero el riesgo de una crisis persiste

Estados Unidos evitó, en el último minuto, las temidas consecuencias del llamado abismo fiscal, con un acuerdo bipartidista que aumentará los ingresos del Estado, pero que aplaza las decisiones más difíciles sobre la reducción del gasto público y la deuda.

Por primera vez en 20 años, el Congreso estadounidense autorizó, con el apoyo de ambos partidos, una subida de impuestos para los más ricos.

Al mismo tiempo, el Legislativo convirtió en permanentes, para la inmensa mayoría de los estadounidenses, las rebajas fiscales introducidas hace una década por el presidente republicano George W. Bush.

El resultado supone una victoria política indiscutible para el presidente Barack Obama, quien hizo de la protección de la clase media su banderín de enganche durante la pasada campaña electoral en EEUU.

“Gracias a los votos de republicanos y demócratas en el Congreso -subrayó Obama- voy a firmar una ley que sube los impuestos al 2% de los estadounidenses más acaudalados y evita al mismo tiempo subidas impositivas que habrían devuelto al país a la recesión”.

Los legisladores aprobaron sin cambios, por 257 votos a favor y 167 en contra, el proyecto remitido por el Senado, donde había recibido un día antes un respaldo abrumador.

Sin embargo, tras ser conocidos los términos del acuerdo, lo primero que saltó a la vista fue que no se trata de un compromiso de largo alcance, integral, que resuelva la crítica situación de las finanzas públicas de EEUU.

El influyente diario español El País dijo que la amenaza de la crisis económica se mantiene en el horizonte de Estados Unidos.

El acuerdo no resuelve los problemas de fondo del déficit y los serios desequilibrios estructurales de la economía de EEUU, que aflorarán en pocas semanas más con nuevas amenazas para la estabilidad económica mundial, explica el rotativo madrileño.

Aunque Obama ha logrado subir los tributos a aquellas personas o familias que tienen ingresos superiores a 450 mil dólares al año, se ha postergado, hasta dentro de dos meses, la entrada en vigor de recortes por 110 mil millones de dólares, que afectarán al Pentágono. Además, se estima que el aumento impositivo logrado suma, en diez años, 600 mil millones de dólares, una cantidad ínfima comparada con los cuatro billones de dólares en que crecerá el déficit durante ese mismo periodo.

Todo indica que la solución de fondo es un acuerdo bipartidista de largo alcance, lo cual, sin embargo, es poco probable dadas las diferencias políticas e ideológicas entre los dos partidos.

Lo que viene, dentro de dos meses, es otro round de esta pelea, que se torna usual y que mantiene en vilo al mundo, porque sin un acuerdo EEUU ingresaría nuevamente en una recesión con efecto “dominó” en el mundo.

Con la fuerza de su victoria, Obama dijo que “si el Congreso se niega a darle al Gobierno de EEUU la capacidad de pagar sus deudas a tiempo, las consecuencias para toda la economía mundial serán catastróficas, mucho peores de lo que hubiera sido el impacto del abismo fiscal”. Esta historia no ha terminado aún.

Obama lanza una advertencia
El presidente Barack Obama dijo que cumplió su promesa de campaña de hacer un sistema tributario más justo en Estados Unidos, poco después de que el país evitara los efectos del llamado abismo fiscal.

Obama advirtió de que no negociará con los republicanos en el Congreso. “Aunque voy a negociar sobre muchas cosas, no voy a tener otro debate con este Congreso sobre si ellos deben o no pagar las cuentas que ya han acumulado a través de las leyes que ellos aprobaron”, afirmó.

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