Buscar

martes, 15 de enero de 2013

Tareas impostergables para la economía en 2013, según el FMI



“Con el año nuevo, todos esperamos que la crisis financiera mundial quede atrás. También debemos trabajar más para asegurar nuestro futuro”, expresa David Lipton, en el blog Diálogo a Fondo del Fondo Monetario Internacional (FMI). ‘Solo para tus ojos: tres tareas impostergables en el 2013’ titula el artículo que utiliza los nombres de algunas películas de la zaga de James Bond para explicar las situaciones de la economía mundial. David Lipton es primer subdirector gerente del FMI desde el 1 de septiembre 2011.

“Otro día para morir. Los responsables de las políticas de todo el mundo han estado trabajando denodadamente para reparar sus economías. Tendrán que seguir apuntalando el crecimiento y corrigiendo los desequilibrios, para lo que deberán: establecer políticas monetarias flexibles; encontrar un equilibrio en materia de ajuste fiscal, aplicando restricciones cuando sea posible pero procurando apuntalar el crecimiento de corto plazo; terminar de sanear el sector financiero y establecer sistemas financieros más seguros; aplicar reformas que fomenten la productividad y el potencial de crecimiento”, señala. Considera que el reequilibrio de la demanda mundial orientada hacia los mercados dinámicos y emergentes debería contribuir a complementar todos estos esfuerzos.

“El mundo no basta. Hoy en día, algunos expertos miran el mundo tras la crisis financiera y pronostican un futuro de desglobalización. Lo más probable es que, así como el primitivo transporte en automóvil se adaptó a los accidentes, veamos que la globalización continúa, pero con el equivalente en el terreno económico de los límites de velocidad, los paragolpes y los cinturones de seguridad. En un mundo así, el aumento del nivel de vida dependerá de que las economías aprovechen su potencial al máximo, al tiempo que se integran a la economía mundial ordenadamente”.

Lipton explica que el crecimiento mundial se impulsará desde los países de mercados emergentes y en desarrollo. Plantea que “un objetivo primordial será ayudar a los países de mercados emergentes y en desarrollo a obtener trayectorias de crecimiento que presenten una convergencia de los niveles de vida hacia los de los países ricos que sea perdurable”. Para Lipton esto significa modernizar las estructuras e instituciones económicas y “las instituciones políticas en que se sustentan, que son fundamentales para fomentar el crecimiento y el empleo”.

Manifiesta que este proceso de convergencia “no será fácil” porque “supondrá una continuación de los cambiantes patrones de producción y demanda que en la última generación aumentaron el nivel de vida en las economías de mercados emergentes pero causaron perturbaciones en las avanzadas. También significa que habrá que adaptarse a las nuevas tecnologías y a su dispersión mundial”. Y considera que la coordinación de políticas “en todas sus formas, desde la regulación de los mercados financieros hasta el control de externalidades como las emisiones de carbono y la contaminación, se torne cada vez más compleja”.

“El mañana nunca muere. Sin embargo, es a ese futuro al que nos debemos adelantar y ante el que debemos prepararnos”, asegura Lipton. Considera que se debe prestar más atención y adoptar más medidas a: “alentar y ayudar a los países a modernizar las estructuras e instituciones económicas que son fundamentales para fomentar el crecimiento y el empleo; aprovechar el nexo entre la tecnología y el crecimiento para que los países puedan seguir siendo competitivos y generar empleo, en lugar de destruirlo; hacer frente a los retos que plantea el cambio climático”. Advierte que el calentamiento mundial continúa y “si las emisiones no se reducen, es probable que los costos y dificultades que implican sean irreversibles”.

Está seguro que “el margen de maniobra política y la buena disposición de los gobiernos y la sociedad para atender estas cuestiones es muy variable. Estos retos son particularmente acuciantes en Oriente Medio y el Norte de África, donde deben emprender reformas difíciles dirigidas a fomentar el crecimiento en el mediano plazo y estabilizar sus economías en el corto plazo”.

También considera que es necesario lograr que los mercados laborales sean más sensibles a las necesidades de las empresas y, al mismo tiempo, más inclusivos para los empleados. Y se deben adoptar políticas dirigidas a aumentar la competencia en los mercados de productos y servicios en Europa y que den prioridad a “aplicar todas las medidas necesarias para establecer una unión tanto fiscal como bancaria”.

El cambio tecnológico está afectando profundamente a la relación entre la gente y su contribución al crecimiento económico de un país. Está generando modelos empresariales, al ampliar las posibilidades y orientar las decisiones sobre ahorros de costos y estrategias de inversión.

“La conclusión del análisis de los expertos es que el cambio climático y el calentamiento mundial plantean riesgos reales para el desempeño económico, especialmente para algunos países que tienen menos posibilidad de hacerles frente, entre otras formas, al aumentar el número y la frecuencia de los fenómenos meteorológicos importantes”.

Tales fenómenos suelen comportar un gran costo humano y económico. El huracán Sandy nos recuerda lo dañinos que pueden resultar: sus costos ascendieron a casi $us 70.000 millones sólo por concepto de los estragos causados en Nueva York y Nueva Jersey.

Entre las medidas importantes que deben adoptarse para enfrentar el cambio climático están: finalizar la concesión de subvenciones a los combustibles fósiles en todos los países y aplicar un sistema de determinación de precios del carbón creíble para alentar la conservación y el uso de combustibles más limpios en todo el mundo (y hacer una contribución muy necesaria a la solidez de las finanzas públicas). Las tecnologías más novedosas también pueden resultar útiles. “Los avances en esta esfera han sido demasiado lentos”, subraya.

“Un quántum de solaz. Es posible lograr un futuro brillante si todos, gobiernos, sociedad civil y sector privado, se ponen a trabajar ahora. Si bien, de cara al futuro, estas cuestiones de largo plazo tal vez supongan un panorama más inestable que complique una labor ya difícil, esto no es inevitable. Juntos podemos aprovechar mejor nuestro potencial económico, inclusive a través de nuevas tecnologías, y coordinar la labor para lograr un crecimiento sostenido y equilibrado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario