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sábado, 13 de julio de 2013

Los sindicatos brasileños continuarán sus protestas

Los cinco principales sindicatos brasileños que el jueves convocaron a una huelga general de 24 horas, para exigir al Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff una profunda reforma laboral contra la crisis económica, calificaron de “éxito” la protesta traducida en bloqueo de carreteras y manifestaciones ciudadanas.

Paulo Pereira da Silva, presidente de Fuerza Sindical, señaló a la cadena de televisión Globo que “esto no ha hecho más que empezar. El camino ya fue trazado por el movimiento Passe Livre y por los grupos que tomaron las calles a mediados de junio reclamando mayor justicia social en Brasil y que de algún modo obligaron a Rousseff a convocar a un diálogo nacional para resolver la crisis económica e institucional. Sin embargo, no es suficiente”.

Jesús Cardoso, presidente del sindicato de metalúrgicos, explicó que “a partir de ahora saldremos a las calles cada día hasta que el Gobierno cumpla sus promesas. La fuerza del pueblo está en las calles, y serán éstas las que marquen el rumbo del cambio político en Brasil”.

“¡Despierta Dilma!”

La Central Única de Trabajadores, la mayor del país y fundada en los años 1980 por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), reclama mejoras laborales en el marco de la reforma política que la presidenta Dilma Rousseff quiere impulsar a través de un plebiscito en respuesta a las protestas de junio. Su objetivo es que la Mandataria agilice la reforma como respuesta al masivo pedido ciudadano.

“¡Despierta Dilma!”, clamaron el jueves miles de trabajadores en Río de Janeiro y San Pablo. En otras ciudades como Salvador de Bahía, Porto Alegre, Curitiba, Florianópolis, Belo Horizonte y Manaos, el transporte público fue paralizado. Varias escuelas cerraron sus puertas y algunos hospitales del país sólo atendieron las urgencias.

La violencia también estuvo presente. De acuerdo con el diario Folha de Sao Paulo, 56 personas fueron detenidas por la Policía tras varios disturbios.

Ante esta situación, Dilma Rousseff afirmó ayer que su Gobierno debe impulsar la expansión de los derechos sociales pero condenó el corte de carreteras registrado durante la protesta.

“Las manifestaciones tienen que ser respetadas porque reivindicar derechos es querer más y es algo muy positivo para la democracia”, afirmó la Mandataria a la prensa brasileña al desembarcar en Montevideo, para participar en la cumbre del Mercosur, apunta ANSA.

Rousseff admitió que el país necesita ofrecer mejores servicios pero reivindicó la década de Gobierno del Partido de los Trabajadores. “El país avanzó de forma manifiesta, en defensa de las conquistas sociales”, dijo.

Situación de Brasil
Reforma Tras las manifestaciones ciudadanas de junio, la presidenta Dilma Rousseff presentó una serie de medidas en beneficio de la sociedad civil. Entre ellas, impulsar la salud y la educación y mejorar el sistema de transporte público.


Plebiscito La Mandataria propuso al país y a la clase política la realización de un plebiscito sobre su reforma.


Respuesta Sindicatos y movimientos surgidos de la sociedad civil exigen al Gobierno que agilice la reforma económica y termine con la corrupción, considerada como un “cáncer institucional”. El Partido de los Trabajadores reconoció la necesidad de un cambio.

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