Más de mil prisioneros, la mayoría comunes, escaparon ayer de una cárcel de Bengasi (este de Libia) tras amotinarse, informó a la AFP un responsable de los servicios de seguridad.
“Hubo un motín en la prisión de Al Kuifiya y también un ataque desde el exterior. Más de mil presos pudieron escaparse. Las fuerzas especiales que llegaron para reforzar recibieron la orden de no disparar a los prisioneros”, explicó el responsable, que pidió mantener el anonimato.
Muchos de los fugitivos son presos de derecho común. “Pero algunos estaban detenidos por cuestiones vinculadas al anterior régimen de Muamar Gadafi”, precisó, y añadió que las fuerzas de seguridad pudieron detener a algunos de ellos.
Un agente de seguridad de la prisión declaró que la mayoría de los fugados se enfrentaba a “cargos serios”.
El primer ministro libio, Ali Zeidan, confirmó la evasión y explicó que “los habitantes vecinos iniciaron el ataque porque no quieren tener una cárcel cerca de sus casas”.
Esta fuga tiene lugar en un momento de fuerte tensión en Libia tras el asesinato el viernes de un militante político en Bengasi. Zeidan anunció que la frontera con Egipto se cerró a los viajeros para impedir que los responsables de ese asesinato abandonen el territorio.
El Gobierno libio se enfrenta a una situación de continua inestabilidad política dos años después del derrocamiento de Muamar Gadafi y la ciudad de Bengasi es uno de los lugares más inestables de Libia.
El año pasado, el embajador de Estados Unidos y otros tres estadounidenses murieron allí.
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