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domingo, 29 de septiembre de 2013

Bolivianos en Argentina ya tienen demandas para los candidatos

Esta villa se llama Bolivia y está en Buenos Aires, y Norma 'la vengadora', se mueve como la dueña del mundo. Cuando esté a 10 cuadras de su morada, en Villa Soldati, que es la casa de los residentes bolivianos en Argentina, llamará a la Policía y al bajarse del asiento de copiloto de su Renault plomo, modelo 2013, comprado a crédito, le dará un beso de Judas al muchacho al que acaba de acusar de portar un arma de fuego, de usarla para intimidar a los conductores que se estacionaban en su vereda y que le negaban la opción de cuidar sus vehículos.

“Buenos Aires es tierra de oportunidades, pero también de paranoia”. Eso le digo a Norma Andia, de 50 años, boliviana, exenfermera, diabética y, literalmente, mujer de armas tomar.

“Yo tengo una calibre 22”, dice con soltura, con algo de orgullo y arrepentimiento por haber estirado la lengua.

Dice que utiliza su arma para espantar a los delincuentes cuando quieren entrarse a robar. Además, los 14 perros de su propiedad varias veces le han salvado la vida.

“Solo he disparado al aire. Eso sí, varias veces”, confirma y aclara que es consciente de que no tiene licencia para portar un arma de fuego. Pero, a pesar de eso, la usa para defender su vida. De su manada de perros, bromea que no tiene que pedir permiso a nadie porque ella los rescata de la calle.

La inseguridad ciudadana, entre otros problemas, es un tema vital que preocupa a Norma y al millón y medio de bolivianos que se estima viven en Argentina.

Por eso, Norma y muchos miembros de la colectividad sienten que la participación en las elecciones presidenciales de 2014, en la que podrán sufragar todos los que tengan carné de identidad actualizado y se registren en el biométrico a partir de octubre, es la gran oportunidad para reclamarle a Bolivia atenciones que creen vitales.

“El voto va a estar condicionado a las propuestas que hagan los candidatos. Nosotros tenemos un pliego petitorio que les entregaremos y votaremos por el que nos garantice que se cumplirá”, asegura Teodoro Benavídez, director del periódico Mundo Villa. Es mecánico retirado y dueño de La Rosadita, una casa pequeña que tiene en una esquina de la Villa Olavarría, la que ha prestado para que sea centro cultural de los inmigrantes.

“Si tenemos una promesa seria de algún candidato, vamos a votar en bloque’’, dice Norma, esta vez detrás de un micrófono. Es domingo en la mañana y ella conduce un programa radial en la emisora Sin Fronteras, 91,7 FM, de la que también es directora. En toda la provincia de Buenos Aires se estima que hay por lo menos 10 radios clandestinas que pertenecen a inmigrantes que llegaron con una mano adelante y otra atrás en busca de eso que no encontraron en su patria, oportunidad y trabajo.

En el consulado de Bolivia en Buenos Aires saben que los compatriotas tienen un hambre loca por ir a las urnas. Así lo comprobaron en las elecciones de 2009, cuando por primera vez un boliviano que vive fuera del país acudió a votar.

Antonio Abal, cónsul adjunto en Buenos Aires, dice que aquella vez se habilitaron dos centros de votación y que la gente, pese a la mala organización, acudió en masa. Hubo 89.953 inscritos y votaron 66.504. El MAS consiguió 58.959 votos, o sea el 92,13% del total.

Para la elección de 2014 no habrá un cupo límite de inscritos como en la anterior, cuando solo se pudo registrar a un máximo del 6% del total del padrón nacional.

Abal calcula que se inscribirán por lo menos 500.000 personas, lo que representa un tercio del total de la población estimada en Buenos Aires y en otras regiones, que van desde Tartagal hasta Tierra del Fuego.

Ese medio millón es comparable con los electores registrados en Tarija, Beni y Pando, que son los departamentos menos poblados de Bolivia.

Las cosas ya están listas para esa cruzada electoral. Los equipos técnicos para el registro biométrico ya llegaron a Buenos Aires, se abrirán tres viceconsulados y en total se habilitarán 10 puntos de registro, cinco en ciudad capital y cinco en provincias.

El día de la votación habrá por lo menos 20 lugares donde los bolivianos podrán ir a sufragar. Incluso habrá uno en la Patagonia, donde se calcula que existen por lo menos 100.000 compatriotas ganándose la vida.

En las villas 1-11-14, Soldati y Bolivia, la gente dice que de Bolivia llega con toda su cultura metida en la piel. Algunos que provienen de zonas rurales del occidente dicen que el voto individual se decide de forma comunitaria, también se realizará así en 2014. “Entre todos decidiremos por quién votar”, dice Ingrid Vaca, que está parada en una vereda esperando a que una mujer le venda un litro de chicha.

Cerca de ella está Norma Andia, que, con su andar de mamá grande, dice que también exigirán a los candidatos que garanticen la propuesta de retorno productivo para quienes quieren volver a Bolivia; que los ancianos puedan cobrar en Argentina la Renta Dignidad; que se construya en Buenos Aires un hospital para el migrante y que se abra una caja chica con dinero para socorrer a las víctimas de la inseguridad y así aportar para que las personas como ella dejen de tener un arma de fuego clandestina debajo de la almohada para evitar que la llamen Norma la vengadora

LAS DEMANDAS

Retorno productivo

Que se les garantice que en Bolivia podrán contar con un terreno para instalar empresas o para producir en el campo agrícola y que, además, el sistema financiero les pueda facilitar créditos.



Hospital en Buenos Aires

Que el Gobierno de Bolivia llegue a un acuerdo con el de Argentina para que les ceda un terreno en Buenos Aires y que el Estado les otorgue recursos para levantar un hospital para que atienda exclusivamente a los bolivianos.



El bono sin retornar al país



Que los ancianos en Argentina puedan cobrar la Renta Dignidad sin tener que venir a Bolivia.



Las elecciones incentivan la demanda de carnés de identidad. El Segip trabaja de forma continua en Buenos Aires
Las autoridades del consulado de Bolivia en Buenos Aires estiman que hay un millón de bolivianos viviendo en Argentina y que el 30% de ellos no tiene una cédula de identidad.

Desde el seis de septiembre, un equipo del Servicio General de Identificación Personal, compuesto por 20 personas, arrancó con una demanda histórica que tienen los compatriotas, de que una comitiva vaya hasta Argentina para renovar o para que quienes lo hayan perdido saquen un nuevo carné .

Pero la buena noticia llegó completa. El trámite lo pueden hacer cuando ellos quieran porque tiene carácter indefinido. Es decir, que la comitiva no se quedará solo uno o dos meses, sino de forma indefinida, asegura Javier Antonio Arduz, director del Segip en Buenos Aires.

Pero pese a que ya no existe un plazo fatal, los bolivianos no han dejado de ir y las colas para el trámite continúan en las instalaciones del consulado, que se encuentra en plaza Miserere (zona 11), calle Bartolomé Mitre 2815, esquina Pueyrredon.

“Estoy aquí porque quiero tener mi documento para registrarme luego en el biométrico para votar en las elecciones del próximo año”, dice José, costurero de oficio, cinco años en Buenos Aires y dos hijos que cría con Cecilia, su mujer, con la que decidieron emprender una nueva vida en un lugar diferente.

“No estamos en Bolivia, pero no queremos ser ajenos a la decisión que se tome en las urnas porque en algún momento pensamos volver a nuestro país”, dice este hombre, que tiene 45 años de edad y que es natural de Potosí.

José Ticona también estuvo en la cola para renovar su documento de identidad y, si bien dice que esperaba ese momento desde hace añadas, ahora tiene un nuevo incentivo para tramitarlo, que es el de quedar habilitado para registrarse en el biométrico con miras a las elecciones presidenciales del 2014. En el consulado confirman que es con el carné de identidad vigente con el que se pueden registrar para las elecciones y que en Buenos Aires tiene un costo de 45 pesos. Eso, de acuerdo al tipo de cambio oficial, es menos de 10 dólares. “El 2013 hubo un operativo de carnetización, se tuvo problemas porque se les entregó el carné y nunca se registraron esos números”, asegura Antonio, que dice que esos errores están siendo solucionados ahora.
ANÁLISIS

Es clave la función fiscalizadora de los partidos
JORGE LAZARTE | POLITÓLOGO
La cantidad de votantes en el exterior va a ser muy importante, incluso mayor que en muchos departamentos en Bolivia, pero es un derecho que puedan votar en el exterior. Mi pregunta es si los partidos y agrupaciones políticas están ejerciendo su función fiscalizadora. Sería grave que dejen todo en manos de los miembros del Tribunal Supremo Electoral, en los que no se confía demasiado. Del Gobierno se puede esperar absolutamente todo para ganar las elecciones. Harían mal los partidos si solo piensan en fiscalizar dentro de Bolivia y no de lo que pueda pasar en el exterior. Pero ese trabajo de fiscal debe ser hecho desde el principio, desde que nació el proyecto de registrar a los bolivianos fuera del país y continuar con ese trabajo durante todo el proceso hasta su finalización. El organismo electoral debiera financiar a los partidos para que realicen el trabajo de fiscalización. La ley les da las facultades de controlar, pero no dice nada sobre el financiamiento. El día de las elecciones será muy importante que haya delegados en las mesas de sufragio, tienen que estar pendientes tal como ocurre en Bolivia. Todo se tiene que replicar fuera de las fronteras para que haya transparencia.

HORA A HORA

LO QUE PASÓ EL 2009, ANTESALA DE LO QUE PUEDE OCURRIR EL 2014

El 12 de octubre será la gran fiesta de bolivianos
En 2009, las mesas de sufragio se abrieron en Madrid y en Barcelona; Virginia y Nueva York; San Pablo y Buenos Aires. Los residentes en Argentina esperan que Evo Morales vaya para la fiesta del 12 de octubre.

El MAS solo perdió en los Estados Unidos
En 2009 se inscribieron 169.096 personas y votaron 125.101. El 75% de los votos fue a favor del MAS. Solo en Estados Unidos ganó Convergencia Nacional y el partido de Evo Morales ocupó el segundo lugar.

El exterior equivale al 10% del padrón nacional
Se cree que fuera del país viven 2,5 millones de bolivianos y que más de medio millón de ellos estarán habilitados para ejercer su derecho al voto. Esa cifra equivale al 10% del padrón nacional.

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