Al menos 72 personas murieron ayer en Israel, Pakistán y Afganistán, en una de las peores jornadas de violencia vivida en estos países a raíz de los conflictos por los que atraviesan. Desde la operación "Plomo Fundido" desatada en Gaza a principios de 2009, y que comenzó con una serie de atentados en el sur de Israel contra blancos civiles y militares, la violencia no ha parado.
Las últimas víctimas de la jornada en Medio Oriente son seis palestinos, entre ellos un comandante de un grupo armado y un niño, que murieron en los ataques aéreos que la Fuerza Aérea israelí lanzó ayer en la tarde como respuesta a los atentados a mediodía.
Ataques con morteros y cohetes antitanques. Fuentes de los servicios de emergencia en Gaza dijeron que aviones israelíes atacaron la vivienda de un miliciano identificado como Abu Jamil Shaat y que en el lugar había varios militantes de los Comités Populares de Resistencia.
Los supuestos terroristas emplearon armas automáticas, morteros y al menos un cohete antitanque contra vehículos civiles y militares, sembrando el pánico a lo largo de varios kilómetros hasta que fueron interceptados por fuerzas de seguridad.
La ONU, preocupada. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó ayer el atentado múltiple perpetrado en el sur de Israel y pidió "moderación" a las partes para evitar una escalada de la violencia en el conflicto entre israelíes y palestinos.
"El secretario general condena firmemente los ataques terroristas coordinados en el sur de Israel", aseguró ante la prensa el portavoz de Ban, Farhan Haq, quien subrayó que el máximo responsable de la ONU se encuentra "preocupado" ahora ante "el riesgo de una escalada de la violencia" en la región./EFE
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