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sábado, 15 de septiembre de 2012

La ira islamista contra EEUU se extiende en 30 países

Decenas de miles de personas protestaron ayer desde Marruecos hasta Indonesia contra la grotesca película antiislámica que exacerbó los sentimientos de los musulmanes en todo el mundo.

Aunque algunos líderes religiosos utilizaron el sermón de la plegaria de mediodía para pedir que las movilizaciones se desarrollaran de forma pacífica, los ánimos se desbordaron en Túnez, Trípoli y Jartum, en Sudán.

En las dos primeras ciudades, los enfrentamientos entre manifestantes y policías dejaron cuatro muertos. En la capital sudanesa la violencia se extendió a las embajadas de Alemania y el Reino Unido. En total hubo protestas en 30 países.

El crescendo de ira por el insulto a Mahoma en La inocencia de los musulmanes alcanzó su máxima expresión coincidiendo con el día sagrado del Islam. Como es habitual, las plegarias del viernes se convirtieron en punto de partida de las marchas de repulsa, al estilo de las que desde el martes se sucedieron en El Cairo y que en la ciudad libia de Bengasi acabaron con el asalto al Consulado de EEUU y la muerte del embajador y otros tres empleados estadounidenses. Pero tras la sensación de que las fuerzas de seguridad no protegieron como debían las sedes diplomáticas, ayer muchos países intensificaron sus despliegues y sus llamamientos a la calma, destaca el diario español El País en un informe.

De poco sirvió en Túnez, donde la intervención policial para evitar que una turba tomara la embajada estadounidense acabó con al menos dos muertos y 28 heridos, según la televisión tunecina. Un periodista dijo que los antimotines dispararon con munición real después de que los asaltantes lograran entrar en el edificio. La televisión iraní PressTV aseguraba que el embajador había sido evacuado.

En Yemen, la Policía disparó al aire y también gases lacrimógenos para dispersar a unas 2.000 personas que volvieron a intentar asaltar la embajada.

Pero son los incidentes de Jartum los que mejor muestran la utilización interesada de la película por los extremistas. El clérigo Mohamed Jizuly usó su prédica en la radio para convocar una marcha a la Embajada de Alemania en protesta por unas supuestas pintadas antiislámicas en las mezquitas de Berlín, y luego seguir hasta la legación de EEUU por la película. Poco después varios cientos de sudaneses asaltaban la sede alemana.

Incidentes similares se reprodujeron en Indonesia, Pakistán, Bangladesh, India y Afganistán, donde se quemaron numerosas banderas de EEUU e Israel.

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