El Cairo/Naciones Unidas. Al menos 153 personas murieron ayer en Siria, entre ellos 35 mujeres y niños, denunció la red de activistas opositores Comités de Coordinación Local.
Según la fuente, el mayor número de víctimas mortales se registró en las localidades de Homs (centro) y Alepo (norte), escasas horas antes de la eventual entrada en vigor del plan de paz propuesto por el mediador internacional Kofi Annan y aceptado con reservas por el régimen y los opositores.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó ayer el ataque que tropas de Siria llevaron a cabo contra un campamento de refugiados sirios en Turquía, así como en suelo libanés, y recordó a Damasco que debe respetar “sin condiciones” el plazo acordado con el enviado especial Kofi Annan.
El plan. La muerte de más de 150 personas, según la oposición, y las posiciones irreconciliables de los rebeldes y el régimen sirio alejan por momentos la posibilidad de poner en marcha el plan de paz en Siria horas antes de que se cumpla el plazo. Si el domingo las autoridades sirias exigieron “garantías escritas” de que los grupos armados de la oposición iban a cesar la violencia, ahora el rebelde Ejército Libre Sirio (ELS) es el que condiciona el cumplimiento del alto el fuego a que Damasco respete el plan del enviado internacional Kofi Annan.
El “número dos” del ELS, Malek Kurdi, aseguró que “las negociaciones no valen con el régimen y es inútil buscar una solución política” para la crisis siria.
“Si detienen los disparos, nosotros los detendremos, pero no vamos a presentar garantías por escrito”.
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