La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, expresó ayer a su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama, su preocupación por las políticas monetarias expansivas de los países ricos y este, además de elogiar su liderazgo, dejó entrever sus diferencias por temas diplomáticos.
Tras la reunión bilateral que mantuvieron ambos en la Casa Blanca, Rousseff dijo que trasladó a Obama su preocupación por esa estrategia expansiva de EEUU y la Unión Europea (UE), al afirmar que “en última instancia conduce a la depreciación del valor de la moneda de los países en desarrollo, lo que perjudica a su crecimiento”.
No obstante, alabó el papel desempeñado por los bancos centrales y, en particular, por el Banco Central Europeo (BCE) “para prevenir una crisis de liquidez de proporciones considerables que afectaría negativamente a todos los países”.
En su primer viaje oficial a EEUU como presidenta y después de que Barack Obama visitara Brasil en marzo de 2011, Rousseff quiso destacar que la relación entre ambos países “nunca ha sido más fuerte” y abogó por reforzarla todavía más, apunta EFE.
“Hemos hecho enormes progresos desde nuestro último encuentro en la relación bilateral”, subrayó, por su parte, Obama, que elogió el “liderazgo” tanto de Rousseff como de su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, para “sacar a millones de personas de la pobreza” en Brasil y convertir a su país en una voz “líder” en la región y en el mundo.
Pero a la vez advirtió que “se pueden hacer cosas más ambiciosas”, en relación a la postura de Brasil en contra de la “asfixia” económica a Irán y su apoyo a la causa palestina.
El presidente estadounidense sostuvo que el comercio y la inversión entre Estados Unidos y Brasil “está llegando a niveles récord”, y resaltó los acuerdos alcanzados entre los dos países para aumentar la cooperación en defensa.
También comentó que habló con Rousseff sobre la Cumbre de las Américas del 14 y 15 de abril en Cartagena de Indias, Colombia, a la que ambos asistirán, para asegurarse de que están en “estrecha cooperación” en asuntos como la energía limpia, el narcotráfico y la seguridad ciudadana.
Obama y Rousseff no revelaron si abordaron el asunto de Cuba y su participación en futuras Cumbres de las Américas. Según fuentes oficiales brasileñas, Rousseff quería manifestar a Barack Obama su “convicción”, compartida con la mayoría de los países latinoamericanos, de que la de Cartagena debería ser “la última” cumbre continental “sin Cuba”. No hubo comentarios al respecto.
El dilema de una relación
Por otro lado, el dilema que enfrentan Estados Unidos y Brasil es “cómo convertir lo que ambos concuerdan en que es una relación crítica en una productiva y cooperativa”, escribió ayer Peter Hakim, presidente emérito del centro de análisis Inter-American Dialogue, en un editorial publicado por Los Angeles Times.
En coincidencia con la visita de la presidenta Dilma Rousseff a Washington, Hakim remarcó que tanto brasileños como estadounidenses “hablan mucho sobre la conveniencia de una relación estratégica, pero ninguno hace mucho para conseguirlo”.
Según el analista, “más allá de los desacuerdos en temas económicos”, las relaciones están marcadas por “tensiones geopolíticas”, por el apoyo de Washington a India como miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
EEUU y Brasil
Propuesta La presidenta brasileña dijo a empresarios en Estados Unidos que es prioritario ampliar el comercio bilateral, que en 2011 dejó un déficit de más de 8.000 millones de dólares para los sudamericanos.
Relación Los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff, y de Estados Unidos, Barack Obama, examinaron temas de la agenda bilateral como comercio, inversiones, cooperación educacional, ciencia, tecnología, innovación, cooperación y energía.
Solidez La relación de Brasil con EEEUU se mantendrá sólida, a pesar del surgimiento de nuevos polos de poder en el mundo, declaró el canciller Antonio Patriota a propósito de la visita a Washington.
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