Al menos 14 personas murieron ayer en los choques entre milicias en el oeste de Libia que se prolongan por cuarto día consecutivo sin que el Gobierno interino haya sido capaz de lograr un alto el fuego.
Los combates enfrentan a grupos armados de etnia bereber, de la ciudad de Zuara, con milicias árabes de las localidades de Yamil y Regdaline. La región se encuentra en la zona costera, a medio camino entre Trípoli y la frontera con Túnez.
Tras la caída de Muamar el Gadafi, hace seis meses, las tensiones han ido en aumento entre los bereberes de Zuara, que apoyaron la rebelión, y sus vecinos, que permanecieron leales al régimen durante el conflicto.
El Consejo Nacional de Transición (CNT) anunció ayer que había enviado una delegación a la zona para "calmar la situación y resolver los problemas", que comenzaron cuando un grupo de milicianos de Zuara fue detenido al entrar en la población de Yamil.
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