Las tensiones raciales van en aumento en diversos barrios de algunas ciudades de Estados Unidos.
El fin de semana pasado, dos blancos dispararon contra cinco negros en Oklahoma, matando a tres e hiriendo a dos, y en Florida un grupo de neonazis anunció que comenzará a patrullar la ciudad de Sanford, donde el asesinato en febrero del adolescente negro Trayvon Martin provocó una ola de indignación nacional. Con el caso de Martin todavía presente en los informativos del país durante el fin de semana, la Policía de Tulsa, en Oklahoma, arrestó a dos hombres, sospechosos de asesinar a tres hombres y una mujer y herir a otros dos, todos de raza negra, apunta el diario español El Mundo desde Miami.
En la madrugada del viernes, las autoridades hallaron en plena calle los tres cadáveres y los dos heridos. Ayer por la mañana los sobrevivientes se encontraban en estado crítico.
Para los investigadores policiales quedó claro desde el inicio que los asesinatos tienen un perfil racista, ya que no existía una relación entre las cinco personas, y todo indica que fueron blanco de disparos al azar únicamente por ser de raza negra.
Las sospechas se confirmaron el domingo cuando gracias a una información anónima la Policía dio con dos hombres, Jake England, de 19 años de edad, y Alvin Watts, de 32. Los investigadores concluyeron que el primero fue el autor de los disparos y el segundo sirvió de apoyo, después de revisar la cuenta de Facebook de England y encontrar un escrito donde el joven se quejaba de que su padre fue asesinado “por un jodido negro”.
“Hoy hace dos años que mi padre se fue. No es fácil dejar de pensar en eso y la confusión que tengo en la cabeza”, escribió England el jueves en Facebook.
El padre del joven, Carl England, fue asesinado en abril del 2010 por un hombre de raza negra que discutió con su yerno.
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