Un doble ataque suicida contra las fuerzas de seguridad golpeó ayer la ciudad paquistaní de Qüetta, en la frontera con Afganistán, donde esta semana fue arrestado un alto mando de Al Qaeda, y acabó con la vida de al menos 23 personas. Otras 75 resultaron heridas.
Entre las víctimas mortales hay tres miembros de la guardia de fronteras, uno de ellos coronel del Ejército y que se despliega habitualmente en zonas limítrofes con Afganistán.
El primer atentado se registró a las 9:00 (00:00 HB), cuando un suicida hizo estallar un coche bomba cerca de la principal comisaría de la ciudad. Diez minutos más tarde, un insurgente hizo estallar la carga explosiva que llevaba adherida a su cuerpo tras irrumpir en la residencia del subinspector general de la guardia de fronteras en Qüetta, Faruq Shahzad.
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