Después de haberse encontrado los restos de Candela, la niña de 11 años asesinada brutalmente en la localidad bonaerense de Villa Tesei, los investigadores hicieron escuchar una llamada extorsiva al padre de la víctima, para que dijera si conocía esa voz.
Lo extraño es por qué solo le preguntaron al padre si sabía quién podía haber hecho la comunicación. Se sospecha que la llamada la hizo un conocido del padre de Candela, Alfredo Rodríguez, que cumple una condena en el penal de Magdalena acusado de haber integrado una banda de piratas del asfalto.
Fuentes policiales informaron que estarían cerca de identificar el automóvil utilizado por los asesinos para arrojar la bolsa con el cadáver en Cellini, a metros de la colectora de la Autopista del oeste. También se analizaban las cámaras de seguridad de la zona, aunque no habrían registrado el momento que fue abandonado el cuerpo de la víctima.
Informe preliminar. La noche del miércoles se realizó la autopsia de la niña para determinar cómo fue asesinada. Los primeros indicios arrojaban que fue violentada y asfixiada.
El intendente Luis Acuña, la única autoridad política que hasta ese momento habló públicamente del crimen, dijo: "En este, que es el peor momento, seguimos a disposición de la familia".
Testimonios de recolectoras de residuos. Las cartoneras -dos mujeres de 60 años- se sentaron en el playón de la terminal de ómnibus de Hurlingham. Estaban desconsoladas. La primera persona a la que le contaron lo que habían descubierto fue Graciela Ríos, la propietaria de un quiosco situado en la terminal. "La bolsa negra de consorcio estaba al lado de un viejo auto quemado.
Pude ver un brazo lastimado y sucio. También vi que tenía las uñas pintadas y un anillo", recordó Matías Di Salvo, empleado del quiosco de la terminal de ómnibus, que se acercó al lugar después de escuchar el desgarrador relato de las mujeres.
Ubicación del lugar del hallazgo. Los restos de Candela fueron encontrados a solo a 35 cuadras de la casa en la que vivían la víctima, dos hermanos menores y la madre.
De nada sirvieron los cerca a 2.000 policías y los allanamientos dispuestos durante los diez días de la desaparición para dar con Candela. "Por Dios, mataron a mi hija", afirmó Carola Labrador, madre de Candela.
La buscaron durante diez días
Los restos de la niña fueron encontrados en una bolsa negra, de donde, asomaba una mano con las uñitas pintadas de rojo y un anillo de fantasía.
TRAGEDIA
Un caso que provocó indignación en Argentina
CONMOCIÓN. El enfado y la impotencia se adueñaron de los vecinos de Hurlingham que, apoyaron y se solidarizaron con la familia de Candela.
ANÁLISIS. El fiscal de la causa, Marcelo Tavolaro, y los detectives de la policía bonaerense analizaban una llamada que recibió la familia el lunes pasado, a las 22. "Ahora sí que no la vas a encontrar nunca en tu vida. Jamás la van a encontrar", decía amenazante.
HIPÓTESIS. Inicialmente, los investigadores sostenían que la desaparición de Candela estaba relacionada con una venganza contra la familia.
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