Los estudiantes secundarios reunidos en la ciudad norteña de Copiapó resolvieron aceptar ayer la mesa de diálogo ofrecida por el Congreso, con el fin de intentar terminar con las movilizaciones que se extienden desde hace tres meses por una educación pública de calidad y gratuita.
La decisión de los jóvenes es contraria a la determinación de los estudiantes universitarios que esta madrugada descartaron sentarse con los congresistas. No obstante, el vocero de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), Fredy Fuentes, advirtió que aunque aceptaron el diálogo con el Congreso, lo harán bajo sus propios términos y no sobre la base de la propuesta hecha por el Gobierno para la reforma educativa.
El pasado 1 de agosto, el Gobierno chileno propuso 21 medidas a los estudiantes y a los dirigentes del Colegio de Profesores para intentar detener las movilizaciones, las que fueron rechazadas por el estudiantado.
Los estudiantes iniciaron las movilizaciones para exigir que el Gobierno vuelva a administrar la educación primaria y secundaria, que se prohíba a las instituciones privadas lucrarse con la educación y que se garantice una educación pública, gratuita y de calidad.
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