El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, anunció en rueda de prensa un plan para la compra ilimitada de bonos de los países periféricos que servirá de salvavidas para la financiación de España e Italia. Sin embargo, los países deben antes tener lista la actuación de los fondos de rescate con una "condicionalidad estricta". Quien quiera compra de bonos del BCE debe pedir antes un rescate a sus socios europeos que ponga las condiciones. Y si un país se sale del camino marcado, el BCE no solo dejaría de comprar, sino que incluso podría vender los bonos en su cartera.
El nuevo plan ya ha empezado a surtir efectos incluso antes de ser tratado por el Consejo del BCE. La prima de riesgo de España ha caído con fuerza desde los máximos de 638 puntos de la segunda quincena de julio. La rebaja de las rentabilidades exigidas a la deuda española ha sido más acusada en los vencimientos más cortos, hasta tres años, pues esos son los títulos en los que se concentrarán las operaciones del banco emisor. Ayer, el Ibex 35 subió 4,91% y la prima de riesgo cayó por debajo de los 450 puntos básicos.
Italia y España tendrán que recurrir. Con el nuevo plan, Draghi mete presión a España e Italia para que pidan el rescate. Sin embargo, la gran paradoja podría ser que en caso de resultar creíble la amenaza de actuación ilimitada del BCE, las tensiones en el mercado se relajaran, los países con problemas lograran financiarse directamente a costes sostenibles y acabasen no necesitando ni las compras del BCE ni el rescate de sus socios europeos. esa es la gran carambola por la que suspira el Gobierno de Mariano Rajoy. De momento, lo que es indudable es que Rajoy gana tiempo para negociar un posible rescate.
Se esfuma la idea de que el euro cambie de valor. Las compras de bonos pretenden también combatir las dudas sobre la irreversibilidad del euro. "El euro es irreversible", ha declarado contundente el presidente del BCE.
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