Los habitantes de Barcelona votaron ayer, incluso en las playas, por la independencia de Cataluña en un referéndum “privado” organizado por los movimientos independentistas.
En una jornada de sol “caliente” y la fuga de los electores hacia el mar, una urna fue abierta frente a la playa del Hospital del Mar, haciendo felices a los bañistas catalanes.
La consulta cerró el ciclo de las consultas populares “privadas”, no reconocidas por el Gobierno de Madrid, organizadas desde fines de 2009 en unas 600 comunas catalanas por movimientos y organizaciones independentistas.
Los sondeos indican que el 40% de los catalanes está a favor de una forma de separación de Madrid. El “revés” sufrido el año pasado por la corte constitucional española, que rechazó algunos puntos del “Statut” de autonomía catalana, como el derecho a ser considerado como “nación”, hizo subir las simpatías independentistas.
El referéndum organizado en Barcelona precede tres días el voto del Parlamento regional catalán sobre el primer diseño de ley sobre una futura posible proclamación de independencia, presentado por el nuevo partido Solidaritat Catalana del ex presidente del club de fútbol Barcelona, Joan Laporta, que, se prevé, no debería pasar, pero creará un precedente.
La plataforma Barcelona Decideix, que organizó el referéndum “privado” en la capital -como en otras 20 comunas catalanas-, tiene previsto 347 asientos, con 505 urnas, y más de 50 observadores extranjeros.
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