El artista chino Ai Weiwei, en libertad desde el pasado 23 de junio, rompió el silencio que mantenía a través de internet y, tras visitar a su colega Liu Zhenggang en la cárcel, aseguró que ése fue detenido ilegalmente por sus opiniones.
Ai, que dejó de subir comentarios al microblog Twitter, censurado en China, el pasado 3 de abril, fecha de su detención, había llegado a un acuerdo con las autoridades por el cual, tras su puesta en libertad, no podía abandonar Pekín ni verter opiniones en internet.
La vuelta a la actividad del artista desafía esta prohibición y denuncia las detenciones, a su juicio ilegales, del diseñador Liu Zhenggang, su contable Hu Mingfen, el periodista Wen Tao y el primo y chófer de Ai, Zhang Jinsong, las cuales les han causado "estragos mentales y físicos por la tortura".
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